Madurar en el sentir de Cristo

Domingo 22/09/2019

El domingo 22 de septiembre por la mañana, el Apóstol de Distrito Minio realizó un Servicio Divino en conjunto en la iglesia central Buenos Aires, para comunidades del Obispado Nº 1. Le acompañaron todos los Apóstoles de Argentina y Uruguay.


Como base de su servir, el Apóstol de Distrito leyó la palabra de 1 Corintios 13: 8-10: “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.”
“El corazón de nuestro Apóstol Mayor para todos ustedes”, comenzó mencionando el Apóstol de Distrito, tanto para los 1.126 concurrentes a la iglesia central, como las comunidades del Obispado 1 (área del Obispo Rubén Ramos), que participaban por transmisión.
En el marco del servir, expresó que el versículo siguiente al texto bíblico leído habla del pasaje de la niñez a la maduración. "Madurar es algo diferente a crecer", dijo. Queremos mirar nuestra vida de fe, si hemos madurado:
-En la obediencia: y no para evitar un problema o por temor a un “castigo” (como podía suceder cuando éramos niños), sino girar hacia poder comprender cuál es la voluntad divina.
-En la ofrenda y agradecimiento: quien madura no agradece por obligación sino “desde lo profundo del corazón”. Y ofrenda porque tiene la necesidad de hacerlo. Una forma de agradecer también es servir en la casa de Dios. Todo esto deriva en gozo y paz en nuestro corazón.
En este proceso de maduración aún estamos. Por eso Dios nos invita: “¡Ven, yo te amo!”. Y confiamos en Él, venga lo que venga. Si bien nuestro conocimiento de Dios es limitado, deseamos reconocer todo lo que ha hecho por nosotros: para estar presentes hoy en su casa, pero también a lo largo de nuestra vida, en las oraciones atendidas, en los pecados perdonados.
Él en su amor quiere ayudarnos. ¿Cómo vemos nosotros al prójimo, con sus reacciones tal vez no esperadas, sus miserias? Dios conoce todo, pasado, presente y futuro. Entonces, ¿tal vez no deberíamos girar nuestra visión sobre el prójimo? Y luchar tú y yo, para que nuestra Iglesia sea la que deseamos. Buscando la palabra y formando parte de aquellos que esperan al Señor.
El desarrollo de la Iglesia avanza hacia el día del Señor. ¡Esto no se detiene! Pero debemos venir a buscar su palabra y aquel día a todos nos alcance: los que hoy estamos aquí, los amados del más allá y los que hoy no están perseverando; nuestro amor pueda alcanzar su corazón para que puedan retornar.
Colaboraron también en el servir, el Apóstol Herman Ernst y el Apóstol Guillermo Canessa.

Luego de celebrarse la Santa Cena, también para quienes están en el más allá, el Apóstol de Distrito convocó al altar al Obispo Rubén Ramos, para colocarlo en el merecido estado de descanso, luego de más de 44 años de actividad ministerial. El Obispo compartió en el altar algunos conceptos, basados en dos lemas dados para este año: “Ricos en Cristo” y “Heme aquí”, este último utilizado en la jornada de juventud internacional en Alemania. El Apóstol de Distrito le transmitió, también del Apóstol Mayor, un profundo agradecimiento y deseos de bendición.
A continuación, dio el encargo a dos dirigentes de distrito para dicho Obispado y realizó el nombramiento de ocho ayudantes dirigentes de distrito. Dos Pastores recibieron asimismo el encargo de dirigentes de comunidad.



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