CUIDADO PASTORAL

Música

El propósito de la música en el Servicio Divino es alabar y honrar a Dios (Sal. 150). La música siempre tiene una finalidad de servicio y puede cumplir múltiples funciones: puede conmover en lo más hondo, prepara a la comunidad para el anuncio de la palabra y subraya la palabra de Dios. Por el canto de la comunidad o el coro, o bien por música instrumental, se expresa y transmite ánimo, fuerzas y confianza. Cuando hay tristeza y aflicción, a través de la música puede experimentarse consuelo. Y no por último, la música estimula en los oyentes, como también en los músicos, el sentido de comunión.

Para poder llegar a todos los concurrentes del Servicio Divino, la literatura musical de la Iglesia abarca una multiplicidad de géneros, estilos y niveles de dificultad. La Iglesia, en su actividad mundial, se esfuerza en preservar y cultivar las tradiciones musicales de las diferentes culturas, tanto en el Servicio Divino como en otros eventos religiosos. La música y el recogimiento antes del Servicio Divino promueven la concentración de los presentes y preparan para el anuncio de la palabra. Al comienzo del Servicio Divino, canta la comunidad; de esa manera, todos los presentes están incluidos activamente en el desarrollo del Servicio Divino. Antes del festejo de la Santa Cena, la comunidad puede manifestar sus sentimientos de arrepentimiento en un canto acorde. El canto que se entona durante la Santa Cena brinda la oportunidad de dar expresión a los sentimientos de amor y gratitud a Jesucristo al recibir el Sacramento.

Después de la bendición final, el Servicio Divino culmina con el “triple amén" entonado por la comunidad. A continuación, la comunidad o el coro por lo general entonan un canto o bien se ejecuta una pieza musical. De esta manera, puede ahondarse a través de la música lo que se ha experimentado en el Servicio Divino: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales" (Col. 3:16).

Catecismo INA, 12.1.14