Escuchar y seguir a Jesús

Viernes 07/11/2025

El pasado fin de semana se celebró en la INA Sud América el último Servicio Divino en ayuda para los difuntos del año. En esta ocasión, el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en dos comunidades de Bolivia. El sábado 1 de noviembre visitó la iglesia El Torno y al día siguiente, compartió la hora junto a los fieles de Sirari.


Cristo nos conoce
El primero de los encuentros previstos se celebró el sábado 1 por la tarde en la iglesia El Torno, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Allí el Apóstol de Distrito Enrique Minio estuvo acompañado por portadores de ministerio locales. Unos 25 invitados se congregaron con alegría para compartir el Servicio Divino.
“Jesús salva a quienes lo escuchan y lo siguen”, fue la premisa de la prédica que se basó en el texto bíblico de Juan 10:27-29.
Al inicio de la hora, el Apóstol de Distrito invitó a la comunidad a reflexionar sobre la verdadera motivación que impulsa a cada creyente a asistir a la casa de Dios: “No venimos por costumbre, sino para fortalecer nuestra relación con el Señor y conocerlo en profundidad”.
A continuación, explicó que Jesucristo es el Buen Pastor y conoce a cada persona, aquí en la tierra y en el mundo del más allá. Sabe su historia, sus alegrías y luchas, sus pensamientos y emociones. “Su principal propósito es reestablecer el vínculo entre Dios y el ser humano”, agregó el Apóstol.
Para lograrlo, queremos escuchar verdaderamente al Señor. Esto implica abrir el corazón para comprender su voluntad y aplicarla en nuestra vida. “Nunca nos vayamos de un Servicio Divino sin haber entendido el mensaje que el Padre quiso transmitirnos”, exhortó.

“¡Ven!”
El domingo 2 de noviembre, el Apóstol de Distrito celebró el Servicio Divino en ayuda para los difuntos en la iglesia Sirari. Al igual que El Torno, esta comunidad también se ubica en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Aquí la prédica se basó en el texto bíblico de Juan 11:43: “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!”.
Durante su prédica, el Apóstol de Distrito explicó que el objetivo principal de los milagros de Jesús no era resolver una situación concreta, sino demostrar su naturaleza divina, su poder y propósito. “Los milagros tenían la intención de alentar a las personas a escucharle y confiar en Él”, profundizó.
Como hijos de Dios, somos sensibles ante el sufrimiento de las personas y oramos por ellas. En algunos casos, el Señor responde a nuestras oraciones e interviene con su poder. Pero en otros, no sucede lo que esperábamos y a veces no logramos comprender el motivo. En estos casos, Cristo nos da la misma respuesta que le dio a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá”. El plan de salvación de Dios tiene como objetivo resolver de manera definitiva los problemas de las personas llevándolas a la comunión eterna con Él.
A través de su palabra, Dios salva a los seres humanos. Él ofrece la vida eterna a aquellos que la aceptan con fe. “Tanto las almas de aquí como las del más allá, son llamadas a seguir este camino”, expresó el Apóstol de Distrito.

Horas de alegría
El Apóstol de Distrito había viajado a Bolivia junto al Ayudante Apóstol de Distrito Herman Ernst y el Apóstol Pablo Basso. Ellos también celebraron Servicios Divinos junto a fieles locales.
El Ayudante Apóstol de Distrito Ernst ofició el sábado en la iglesia 30 de Marzo y el domingo en Alto San Pedro. Por su parte, el Apóstol Basso presidió el Servicio Divino en ayuda para los difuntos en Jaihuayco.

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