Miércoles 10/08/2022
En Pentecostés 2022, el Apóstol Mayor Schneider ordenó en Buenos Aires a tres nuevos Apóstoles: “Dios quiere que apoyen y ayuden a vuestros hermanos y hermanas. Él estará con ustedes”, expresó.
Néstor Manzelli
Nací el 14 de abril de 1969 en la ciudad de Salto, provincia de Buenos Aires (Argentina) en el seno de una familia nuevoapostólica. Junto a mis cuatro hermanos crecimos felices, no sin carencias, pero siempre contando con lo necesario.
Mientras tanto, Dios utilizó a mis padres y a una gran cantidad de servidores para nuestra formación espiritual. Puedo decir que he aprendido mucho de estos hombres legos y en algunos casos sin ninguna formación. La sabiduría espiritual transmitida por estos hermanos y hermanas y la dedicación de cada uno hacia mí, me han conmovido siempre.
Con el tiempo comprendí que no soy cristiano nuevoapostólico porque mis padres lo fueran, sino porque Dios me había colocado exactamente allí.
A los 18 años de edad me trasladé a la ciudad de Rosario (Santa Fe) para iniciar mis estudios en Ciencias Médicas donde luego de una prolongada carrera y muchos esfuerzos logré graduarme como médico en 1999. Posteriormente me especialicé en Medicina Transfusional, fundamentalmente en temas de donación.
Entre tanto, conocí a mi esposa Carina con quien luego tuvimos dos hijos que son nuestra alegría.
Colaboré en la comunidad desde siempre, ordenado Diácono a los 19 años y Pastor diez años después. En 2014 recibí el ministerio de Evangelista de Distrito y en 2019 el encargo de Dirigente de Distrito.
Debo agradecer a Dios siempre por su paciencia para conmigo, por su gracia interminable, por su perdón y por su permanente ayuda. Suelo hacer propia una frase de mi madre que repetía frecuentemente: “el Señor ha sido tan bueno conmigo…”
He aceptado este envío con humildad entendiendo que solo podré desarrollarlo con la ayuda de Dios nuestro Padre y el amor de mis hermanos.
Juntos en Cristo, alcanzaremos la meta.
Pablo Basso
Nací el 6 de agosto de 1977 en Lanús (Buenos Aires, Argentina), en el seno de un hogar nuevoapostólico, siendo el más pequeño de tres hermanos. Mi padre en ese entonces colaboraba como Pastor (hoy e.d.) en la iglesia Villa Castellino 2. Mi madre, hoy en el más allá, fue una fiel colaboradora al igual que mis dos hermanos. Gracias a mi familia he podido vivir la necesidad y la alegría de colaborar en la comunidad, lugar que siempre sentí como mi propia casa. Como si fuera hoy resuenan en mi corazón las palabras de un Diácono: “Para colaborar en la Iglesia simplemente debes quedar manso, humilde y obediente”.
De niño amaba jugar al futbol y mi padre me trasladaba para poder llegar a tiempo a la hora de enseñanza en la Iglesia. Recuerdo entrar interrumpiendo al maestro, quien con una sonrisa detenía la clase y me preguntaba: “Pablito, ¿cómo terminó el partido?”. Ese sentir ganó por completo mi corazón y ayudó a fortalecer mi vínculo con Dios.
A los 17 años, inicié mi noviazgo con Mariana, con quien hoy comparto mi vida. Gracias a ella he podido colaborar hasta aquí libremente y con alegría, siendo también ella una activa colaboradora en las enseñanzas y el coro. Pude obtener el título de Técnico Superior en Comercio Internacional y luego Licenciado en Economía de la Empresa. Actualmente soy responsable administrativo en un Lavadero Industrial Gastronómico.
Nuestro matrimonio fue coronado con la llegada de Santiago y luego Milagros. También allí el Señor nos regaló la posibilidad de experimentar “hermosos milagros” ya que si bien para la medicina las probabilidades de lograr un embarazo natural eran escasas o nulas, Dios tenía otra palabra.
Recibí sucesivamente diferentes ministerios, hasta ser ordenado Obispo en 2013, por el Apóstol Mayor Leber.
Ruego quedar unido a mi servidor, tomarme de su mano y extender la otra hacia los confiados, buscando cumplir en el envío las palabras de 2 Timoteo 2:4. Suelo expresar que “todos son todos”, y en ello veo una hermosa tarea.
Claudio Videla
Nací el 11 de septiembre de 1964 en Quilmes (Buenos Aires, Argentina), en el seno de un hogar nuevoapostólico. Mis padres me mostraron el camino de la oración y del trabajo para el Señor. Mi hermano mayor Walter (“Cachi”) sufría de epilepsia refractaria y retraso madurativo desde la infancia; eso marcó en lo espiritual la vida de nuestra familia. Aprendí de mis padres a quedar fiel a pesar de las adversidades; y también aprendí de la pureza del corazón de Cachi.
Crecí en la comunidad Quilmes hasta 1980, cuando pasamos con mi familia a Quilmes Oeste. Allí nos conocimos con Viviana (mi esposa), un verdadero tesoro como alma y como mujer; a quien amo y admiro. Contrajimos enlace en 1991 y el Señor nos bendijo con dos hijas -Mara y Rocío- que iluminan nuestra vida.
Me gradué como médico en 1989 y me formé en Cardiología, alcanzando luego el título de especialista y la jefatura de Residentes. Actualmente ejerzo mi profesión en el ámbito público y en el privado.
Inicié mi actividad como hermano oficiante en Quilmes Oeste en 1985, y allí activé como Subdiácono, Diácono y Pastor. En 1994 pasé a la comunidad Berazategui y luego pude servir como dirigente de comunidad durante casi 20 años en cuatro diferentes comunidades. En 2014 recibí el ministerio de Evangelista de Distrito, y el 9.4. 2017 el de Obispo, colaborando con el Apóstol Claudio González, a quien amo como siervo y amigo. Estoy agradecido también a todos los siervos que con dedicación edificaron mi alma y me enseñaron a ser un siervo de Dios
Nuestro Apóstol de Distrito me dio la palabra “disfrutar de la actividad en el ministerio”. Deseo ser una ayuda para él y de bendición para todos los confiados, mientras todos recorremos juntos el camino hasta el retorno de Cristo.
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