Lunes 09/05/2022
"Agradecemos a Dios que nos haya liberado de la esclavitud del mal y que nos haya incluido en su Iglesia", fue el mensaje para el Servicio Divino de este domingo. Por transmisión, fue oficiado por el Apóstol Claudio González junto al Primer Pastor Diego Roma.
Podemos acceder a un extracto de la prédica, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra – 8 de mayo de 2022
Tema: Tiempo posterior a la Pascua
Liberados de la esclavitud
Texto bíblico: Colosenses 1:12-13: “Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”
Mensaje: Agradecemos a Dios que nos haya liberado de la esclavitud del mal y que nos haya incluido en su Iglesia.
Estamos en el tiempo posterior a la Pascua, donde celebramos la resurrección de Cristo, que venció al mal, al pecado y a la muerte. Él desea que también nosotros podamos vencer y que lo hagamos juntos, unidos en el sentir y en el servir.
El agradecimiento es la máxima expresión del reconocimiento que tenemos por fe. Cuando somos conscientes de todo lo que Dios nos da, le agradecemos. Hemos sido llamados por Dios, esto también nos genera alegría y agradecimiento. Y el agradecimiento a Dios tiene muchas formas. Agradecemos por ejemplo con nuestra ofrenda y nuestro servir, con el seguimiento, con nuestras palabras y acciones. Aquel que agradece, deja de lado, anula la queja y el lamento, porque quien es agradecido es consciente de lo que tiene por agradecer.
Esta carta a los colosenses nos habla de tres agradecimientos profundos:
- Por la promesa de salvación que Dios nos ha dado: el Señor nos prometió que volvería. Saber que quiere llevarnos para una vida eterna en comunión con Él, nos llena de alegría y de agradecimiento. Nos esforzamos por guardar esta promesa y nos preparamos. El don del Espíritu Santo nos garantiza el acceso a la salvación y el amor de Dios.
- Por ser liberados del mal y, con ello, de la esclavitud del mal. Cuando en la oración del Padre Nuestro rogamos “líbranos del mal”, es porque queremos quedar protegidos. Solamente en Cristo encontramos la verdadera libertad. No queremos quedar prisioneros de nada que nos aleje de Dios y nos esclavice, como podrían ser la ambición desmedida o la corrupción. No queremos obtener ningún logro a costa de hacerle mal a alguien. Y Cristo nos da fuerza para hacer el bien, sin esperar que otros lo hagan primero. También podríamos ser esclavos del pasado, deteniéndonos en cosas que nos sucedieron, o esclavos de nuestras debilidades y errores. Pero el perdón de Dios nos convierte en otras personas y siempre nos da la posibilidad de cambiar. Por esto también le agradecemos.
- Porque nos da una vida en el reino de Dios: Cristo nos trajo el Evangelio, anunciando y acercando el reino de Dios. Nos revela a Dios y su amor, cuya máxima expresión fue el sacrificio de su Hijo en la cruz. Pero no quedó ahí: Él resucitó. Y así como fue consumado, va a consumar a su Iglesia. Los portadores de ministerio como siervos de Dios nos ayudan: es el Señor el que se presenta, nos asiste y protege.
La fe nos muestra que Jesús está a la diestra de Dios y hacia ese lugar, hacia el reino de los cielos, queremos ir, junto a nuestros amados que nos han antecedido. El Señor producirá la transformación necesaria y nuestra resurrección. En cada Servicio Divino ya hoy tenemos una muestra de ese reino de los cielos. ¡Hacia allí nos queremos dejar conducir por Aquel que conoce el camino y quedar plenamente agradecidos a Dios!
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