Dios visita a su pueblo

Lunes 29/11/2021

Este domingo 28 de noviembre de 2021, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Apóstol Jorge Franco, acompañado en el servir por el Evangelista de Distrito Luciano Frisardi. A continuación, un resumen de la prédica.


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Servicio Divino de palabra – 28 de noviembre de 2021

Tema:
Primer Adviento - Esperanza de futuro

Dios visita a su pueblo

Texto bíblico: Lucas 1:68 y 74-75: “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido
a su pueblo. […] Que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.”

Mensaje: Alabamos y glorificamos a Dios por enviar a nuestro Salvador.

“Este Servicio Divino corresponde al primer domingo de Adviento, ese tiempo tan hermoso, tan particular que antecede a la Navidad, al festejo del nacimiento de Jesús”, expresaba el Apóstol al comienzo del encuentro. Y luego reflexionaba que también nosotros, en nuestra vida de fe, vivimos en un tiempo de Adviento, porque estamos esperando el retorno de Cristo.

El texto bíblico del día se trata de una expresión de Zacarías, el sacerdote y esposo de Elizabeth, aquellos padres de avanzada edad que tuvieron a su hijo, quien sería luego Juan el Bautista.
Este nacimiento se lo había anunciado un ángel y dicen las Escrituras que al comienzo Zacarías no había creído que fuera posible. Por un tiempo quedó enmudecido y cuando recuperó el habla, lo primero que hizo fue alabar y glorificar a Dios.

Cuántas reflexiones y pensamientos habrán pasado por su corazón mientras no podía hablar. Y cuando pudo hacerlo, manifestó el resultado de todo ese tiempo, pero siempre inspirado por el Espíritu Santo.
Zacarías pudo entender la grandeza del momento de salvación que estaba viviendo el pueblo ante la presencia de Jesús. Y sabía que las promesas de Dios siempre se cumplen. Pudo ver más allá de los hechos, más allá de un niño. Vio la salvación de Dios.

Nosotros también alabamos y glorificamos a Dios, nuestro Padre del cielo, por esa misma salvación. En nuestra vida fuimos “visitados” por Dios y a partir de ese encuentro hubo otra realidad, maravillosa, que podemos vivir por su gracia. Porque el sacrificio de Cristo nos permite el acceso a la salvación. Y la salvación es la posibilidad de una vida eterna en comunión directa con Dios. En un mundo nuevo, donde el mal ya no existirá. Este ofrecimiento es para todos los seres humanos.

Salvación es también vencer al pecado, resistir la tentación. Esto es parte de la ayuda que Dios nos brinda ya hoy.
Entonces seguimos a Dios sin miedo, sin temor a un castigo, porque conocemos su amor y su perdón.
Luego podemos vivir en paz, porque también sabemos que Dios está cerca de aquellos que lo aman.
A través del Espíritu Santo nos santifica, para que podamos obrar conforme a la voluntad de Dios. Esto también es parte de su amor. Entonces luego podemos anunciar el Evangelio por un lado y hacer el bien a nuestro prójimo, transmitirle ese mismo amor que Dios derramó en nuestro corazón. Cuando podemos hacerlo así, es una demostración también de que Dios vive en nosotros.
Todo esto nos lleva a querer alabar a Dios, por ser sus hijos y por todo lo que nos regala.

“Que podamos vivir este tiempo de Adviento como verdaderos hijos de Dios -expresaba el Apóstol- esperando el retorno de Cristo, logrando que esa salvación que Dios quiso para nosotros, para todos aquellos que aceptan su voluntad, para aquellos que creen en Cristo y reciben sus Sacramentos, pero también se santifican, entonces podamos lograr ese día del Señor, como lo mayor, como el resultado mayor de este proceso de salvación. Dios quiera que así lo podamos vivir cada uno de nosotros”.

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