El Apóstol Mayor en casa - 2021

Viernes 28/05/2021

La fiesta de Pentecostés ya ha pasado, pero sus efectos aún replican en todos los corazones. Al igual que en 2020, este año pudimos disfrutar un Servicio Divino junto al Apóstol Mayor. A continuación, familias de la INA Sud América comparten sus sentimientos y reflexiones sobre la hermosa hora vivida.


Alegría inmensa
En nuestra Iglesia regional, el último Servicio Divino con el Apóstol Mayor había sido el 15 de noviembre de 2020. “Dios enjuga nuestras lágrimas”, fue la premisa de aquel encuentro. Pentecostés 2021 llegaba con una noticia que llenó de alegría el alma: íbamos a tener la posibilidad de recibir una vez más al Apóstol Mayor en nuestro hogar.
"Conocemos el calendario eclesiástico y sabemos que es habitual que el Servicio Divino de Pentecostés se realice con conexión a todo el mundo. Por eso no nos tomó por sorpresa la noticia. No obstante, es una enorme alegría poder participar de la palabra y lo hacemos como si fuera la primera vez", comenta la familia Oliveros, de la comunidad Colón, en Uruguay. “Cuando el Apóstol Mayor sonríe, podemos sentir cómo transmite todo el amor de Dios”, expresa la familia Montaño Rojas, que concurren a la iglesia San Luis, en Bolivia.
A diferencia de otros años, en los cuales hermanos y hermanas podían compartir la transmisión en la comunidad, la pandemia de Covid nos obliga a quedarnos en casa y disfrutar allí de la palabra. Aun así es posible experimentar la comunión, “no pudimos estar rodeados de nuestros hermanos, pero lo vivimos con el mismo sentimiento”, afirma la familia Mario, de Argentina.

Preparación interior y exterior
Cada domingo la alarma del reloj nos despertaba más temprano. Luego de arreglarnos, colocarnos la ropa del Servicio Divino, desayunar y orar, emprendíamos el camino hacia la comunidad con expectativas por la palabra que iba a recibir nuestra alma esa mañana. Hace un tiempo que estas prácticas han tenido que modificarse. Sin embargo, la preparación del alma y el corazón continúan de la misma forma. Asimismo, para recibir la palabra en casa también debemos tener en cuenta otros detalles, como la tecnología.
“La preparación comienza varios días antes del Servicio Divino, ya que programamos nuestras actividades para poder estar juntos en familia”, dice Alicia, una de nuestras hermanas en Chile. La familia Campos Pérez, de la comunidad Sirari (Bolivia) también busca su momento, “oramos mucho y nos santificamos para poder estar en paz y recibir la palabra del Espíritu Santo”. En Uruguay, la familia Jardim (iglesia La Teja) también tiene su particular método de preparación: “nos tomamos unos breves minutos para recordar lo que celebramos y cómo se dieron los acontecimientos descriptos en el libro de Hechos”. “Hacemos un arreglo especial y nos vestimos como lo hacemos para las ocasiones festivas”, son las palabras de la familia Borba, de Uruguay.
“Pentecostés es una fecha muy especial”, destaca la familia Pfaffenzeller (Argentina), “es por ello que juntamos las manos en oración pidiendo a Dios que podamos disfrutar de la hora; luego preparamos el altar en casa y no importa si lo vemos por el teléfono o la televisión, por un instante nos sentimos `flotando en el cielo´”, agrega. “En nuestro hogar escuchamos himnos en el canal de YouTube, mientras desayunamos y nos preparamos para la palabra”, comenta la familia Stroman, también de Argentina.

Un mensaje
Hermanos y hermanas nos comparten sus reflexiones acerca de la palabra recibida en el Servicio Divino de Pentecostés:
"Dios nos regala la fuerza para vivir en la fe y seguir su camino, sin dudas ni temores", Romy Lima (Bolivia).
"Nuestro Padre puede todas las cosas y de la nada, crea todo. Es por ello que debemos tener fe, a pesar de que no siempre suceda lo que deseamos o necesitamos", familia Correa Bertazzo (Chile).
"Estamos amparados por la fuerza y el poder del Espíritu Santo", familia Beltrán (Argentina).
"El amado Dios conoce todo, debemos tener la certeza de que jamás se equivoca", familia Casas (Uruguay).
"Más allá de todas las luchas y circunstancias que tengamos que pasar, el Espíritu Santo siempre está con nosotros y nos guía para seguir en el camino de gracia", familia Ignacio (Argentina).
"El Espíritu Santo nos da felicidad, gozo y paz, para seguir el camino hacia la venida de Cristo", familia Montero D´Amico (Uruguay).
"No nos quedemos anclados en el pasado, ni miremos con tristeza o nostalgia cuántos éramos. Confiemos en el poder del Espíritu Santo, Él nos dará un camino de alegría y paz", familia Martínez (Uruguay).

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