Nos graduamos… ¡durante la pandemia!

En febrero, la revista JNA conectada nos contó la experiencia de cinco jóvenes de INA Sud América, que llegaron al final de sus estudios universitarios durante la pandemia de Covid-19.

Cambio de planes, desafíos impensados, nuevas tecnologías y prácticas de estudio nunca imaginadas, caracterizaron al último trayecto pedagógico que tuvieron que transitar nuestros hermanos y hermanas para lograr el tan ansiado diploma.

Los protagonistas
Alejo Fernández (Barrio Pasco, Argentina), Ana Belén Morales Gómez (Villa Albertina, Argentina), Nayer Zulin Ledesma Montaño (San Luis, Bolivia), Ana Arauz Romero (Villa Norte, Bolivia) y Corina Manzelli (Granadero Baigorria, Argentina) son los actores principales en esta historia, que seguramente muchos otros jóvenes también vivieron durante el 2020. A través de su relato, ilustrado con fotografías y videos, describen cómo su fe, los siervos y hermanos, fueron de ayuda y apoyo para conseguir el objetivo académico.

¿Es posible estudiar y colaborar en la Iglesia?
Una pregunta que muchas veces viene a nuestra mente cuando tenemos que afrontar los proyectos personales. Nuestros jóvenes universitarios responden a esta cuestión, haciendo uso de su intelecto y principalmente de su corazón.
“¡Desde luego que sí!”, afirma Alejo, quien ha realizado distintas ofrendas de amor durante la cuarentena. “Si está presente el deseo ferviente de colaborar y ser una ayuda, siempre vamos a encontrar la forma de hacerlo”, expresó el Licenciado en Educación Física y Deportes. “En la vida no hay nada imposible. Si uno se lo propone, claro que se puede lograr”, dice Nayer, Licenciada en Gastronomía. “Si ponemos en primer lugar lo que es verdaderamente importante, Dios acomoda todo”, afirma Corina, Diseñadora Integral.

Experiencias de fe
Los jóvenes también recordaron las palabras y pruebas de fe que vivieron durante su etapa como estudiantes. “Hay que aprovechar el tiempo que Dios nos regala en cosas que nos alimente el alma, solía decir mi papá”, cuenta la Licenciada en Ingeniería Industrial, Ana Patricia. “Siempre me dijeron que hay que dejar todo en manos de Dios. La vida del estudiante es un 50 y 50: 50 la bendición de Dios y su compañía y 50 el esfuerzo de uno para aprobar”, agrega Ana Belén (Abogada), como parte de sus experiencias.

Somos invitados a leer el artículo completo accediendo a la edición de febrero de JNA conectada. También está disponible el último número de marzo, ingresando aquí.