Lunes 11/05/2020
Este sábado 9 de mayo se desarrolló el segundo Servicio Divino de palabra para la juventud, con transmisión a todo el área. A continuación un extracto de la palabra.
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Servicio Divino de palabra para la juventud – sábado 9 de mayo de 2020
Título: ¿Dónde estás tú?
Texto: Génesis 3:9: “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”
Mensaje: Dios no rechaza a la humanidad caída en el pecado.
El sábado 9 de mayo de 2020 el Obispo Marcelo Boggio realizó el segundo Servicio Divino de palabra para la juventud por transmisión, desde Buenos Aires (Argentina). Lo acompañó en el servir el Obispo Leonardo Berardo. A continuación, un extracto de la palabra.
“¡No se cansen, los necesitamos!”
“Queridos hermanos y hermanas de la juventud. En primer lugar, les dejo los muy cariñosos saludos de nuestro Apóstol de Distrito y todos los Apóstoles. Además, en nombre de ellos, les agradecemos todo el trabajo y dedicación que están colocando en las tareas que realizan. No se imaginan la alegría que generan en los corazones de quienes reciben sus videos, saludos y llamados. Muchos hermanos ya no se sienten solos y es gracias a ustedes. Sabemos que lo hacen por Dios y para Dios, esto no quedará sin recompensa. Por eso les decimos ¡No se cansen, los necesitamos!”, expresó con mucha alegría el Obispo Marcelo Boggio, apenas iniciada la reunión.
Cuidado con las preguntas astutas…
En mayor o menor medida, todos conocen lo que sucedió con la primera pareja en el paraíso. En este contexto, la pregunta del texto bíblico es una que fue realizada por Dios al hombre. Antes de esto, la serpiente se acercó a Eva y le hizo otra pregunta, “¿con que Dios os ha dicho?”. Parece una pregunta inofensiva. La mujer, de hecho, le respondió que podían probar todos los frutos menos el de un árbol. “A partir de la respuesta de la serpiente -una mentira descarada- todo iba a cambiar, comenzaría la separación del ser humano con Dios”, destacó el Obispo.
Primera reflexión: cuidado con las preguntas astutas. A veces parecen inocentes, pero tienen doble intención. El único objetivo del maligno es alejarnos de Dios. Su táctica es tratar de convencer a los creyentes que desobedecer a Dios no trae malas consecuencias, sino todo lo contrario. “Cuidado con estas verdades a medias, el maligno no mira edades y también desea que los jóvenes terminen alejándose de Dios”, agregó el Obispo.
Descubrimiento de la conciencia
¿Qué sucedió luego? Adán y Eva se dan cuenta que habían obrado mal, se ven desnudos y se esconden por vergüenza. La conciencia les estaba diciendo que lo que habían hecho estaba mal, por lo tanto, las consecuencias tampoco iban a ser buenas. “¿Cómo está la conciencia con nuestro Padre celestial? ¿Tenemos cosas que le escondemos?”, preguntó el siervo. “Si tenemos algo que no queremos que Dios vea, nuestra conciencia nos dice que eso Él no lo bendice.
Segunda reflexión: saber cómo está nuestra conciencia respecto a nuestro Padre celestial.
No asumir responsabilidad
Cuando Dios le pregunta al hombre “¿Dónde estás tú?”, él le cuenta todo lo que había pasado y así comienza a desligarse de sus responsabilidades: “la mujer que tú me diste”, dijo Adán, “fue la serpiente”, expresó Eva. “Desligar responsabilidades es la actitud que toman muchos cuando hacen cosas que no corresponden”, subrayó el Obispo. Tal como Dios dejó claro a estos hombres que cada ser humano debía responsabilizarse por sus actos, es de la misma manera en la actualidad. “No busquemos culpables cuando nos hemos equivocado. Asumamos nuestra responsabilidad, porque es la mejor manera de comenzar a cambiar lo que, tal vez sin querer, hayamos hecho mal”, aconsejó el Obispo.
“¿Dónde estás tú?”
“Esta misma pregunta se nos hace hoy a nosotros”, remarcó el Obispo. El Padre sabe dónde estamos, pero con ella analizamos nuestra posición ante Dios y su voluntad. Podemos mirar también sobre los caminos que tomamos y hacia dónde llevan. Preguntémonos si acaso tenemos algo que esconderle. ¿Qué es lo que definen mis pensamientos y acciones? ¿Qué voz escucho primero?, en función de las respuestas vamos a saber cuál es nuestra ubicación frente al amor de Dios, “fijemos nuestra posición en base a la fe y el reconocimiento”, exhortó el siervo.
La otra cara de la moneda
A pesar del error de Adán y Eva -por el cual fueron expulsados del paraíso- Dios nunca los dejó solos. Él no rechaza a la humanidad caída en el pecado. Aunque tenía motivos para dejarlos a la deriva, tomó otra decisión. Los amó y se ocupó de ellos. “Esto también se aplica hoy a nosotros. Aunque seamos pecadores, Dios decide amarnos”, agregó el Obispo.
Si hoy nos preguntamos “¿Dónde estoy?” y la respuesta es “en el camino correcto”, genial. Pero si mañana nos despertamos y ante la misma pregunta, la respuesta cambia, ¡cuidado! Porque Dios no cambia. Tal vez nosotros no seamos los mismos. Deseamos que sean felices, permitan que Dios forme parte de vuestra vida y nunca se van a tener que arrepentir. No pierdan la fe. Confiemos en Dios, aunque no siempre entendamos su voluntad. Y tal como dijo el Apóstol Mayor hace poco: “¡Ánimo! Esto también pasará”, expresó el Obispo Boggio al finalizar el Servicio Divino.
Al finalizar el Servicio Divino, los jóvenes recibieron la nueva edición de JNA conectada, correspondiente al mes de mayo. Para visualizar el contenido, hacer clic aquí
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