De la oración a las maravillas de Dios

Sábado 01/09/2018

El sábado 1º de septiembre, el Apóstol Claudio González realizó el Servicio Divino anual para la juventud en conjunto de los Obispados 5 y 6, en la iglesia central Buenos Aires y con transmisión satelital a otros distritos que componen dicha área.


Acompañaron al Apóstol, los Obispos Mario Morales y Claudio Videla, a cargo de los Obispados 5 y 6 respectivamente, además de sus dirigentes de distrito. Un total de 851 participantes se hicieron presentes en la iglesia central; asimismo el Servicio Divino fue transmitido por imagen y sonido al resto de los distritos del área.
Como base del servir, el Apóstol González leyó el texto de Salmos 119:18: “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”. Luego de que un gran coro formado por jóvenes de ambos Obispados entonara el himno: “Es en la Obra de Cristo que decidimos entrar…” el Apóstol mencionó que esa no sólo una expresión de deseo, sino que “nos hemos decidido por el Señor. Y decidir estar, es decidirnos a pertenecer, a formar parte del amor de Dios”.

Dar el primer paso
Para hacer cualquier tarea, mencionó el Apóstol, siempre hay que dar un primer paso. Cuando el primer paso es la oración, no sólo busco la bendición, sino también la comunión. En la oración pido, ruego, agradezco, intercedo. Y todos podemos hacer la experiencia de fe de una oración escuchada.
En este caso de nuestro texto, el salmista (David) pidó: “abre mis ojos”, es decir, no era algo para tener sino para lo profundo de su ser. Abrir los ojos: no es lo mismo ver que mirar. Una mirada se construye, es un paso muy profundo.
Dios puso sus ojos en nosotros y quiere que alcemos nuestros ojos: para que entre su amor paternal y nuestro amor hacia Él, se construya una relación. Pero fue Él quien primero colocó su mirada en nosotros, entonces, su ayuda nunca llegará tarde, sino en el momento justo.
En relación con esto recordó el pasaje de 2 Reyes 6:15-17, cuando el siervo de Eliseo sintió miedo del ejército que tenía la sitiada la ciudad. “Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea”. ¿Saben cuánto puede vuestra oración?, dijo el Apóstol y continuó: “Orar profundamente es el primer paso, ¡no dejes de orar!”.

Dos pasos más: amar y obrar
A través del amor, descubrimos las maravillas de Dios. Y otro paso es: "hacer lo que quisieras que hagan contigo".
Entonces hay tres “primeros pasos” que dar hacia las maravillas de Dios: la oración, el amor, el hacer.
"Tú eres una maravilla de Dios, un ser único e irrepetible. Un ser al que Dios ama y quiere redimir", expresó. Y a través de la gracia, la palabra y la comunión con Cristo vas a ver sus maravillas.
Y si alguna vez tal vez se perjudicó la relación con un siervo les pido que se “revelen”, dijo el Apóstol. ¿Qué significa esto? Revelar es pasar de negro a blanco y ver con claridad: esto significa, conversar una y otra vez para reconstruir una relación. Pero para esto también tenemos que dar el primer paso...
Participaron del servir los Obispos Morales y Videla, el Anciano de Distrito Rapetti (quien reside en Bahía Blanca) y el Evangelista de Distrito Daniel Nisi.
Luego del festejo de la Santa Cena y de la bella interpretación del coro, cerró una hora festiva para el alma y con el incentivo de seguir dando pasos para continuar descubriendo las maravillas de Dios…

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