Hace 40 años…

Jueves 29/03/2018

En 2018 se cumplen 40 años desde la primera visita de un Apóstol Mayor a esta área de Apóstol de Distrito. Fue el Apóstol Mayor Ernst Streckeisen el primero en oficiar en esta región, en ese elevado ministerio.


Ernst Streckeisen, de nacionalidad suiza, había visitado el área anteriormente siendo Apóstol. En 1975 recibió el ministerio de Apóstol Mayor y, tres años después, en abril de 1978, con su visita sería la primera vez que un Apóstol Mayor oficiaba en Argentina. En dicha ocasión lo acompañó el Apóstol de Distrito Karl Kühnle (de Stuttgart, Alemania).
Según relata este Apóstol en un diario de viaje, partieron el 23 de marzo de ese año desde Zúrich. Las escalas del largo recorrido incluyeron las ciudades de Ginebra (Suiza), Dakar (Senegal), Río de Janeiro y San Pablo (ambas en Brasil), para finalmente arribar a Buenos Aires, Argentina.
Allí fueron recibidos por el Apóstol de Distrito Pablo Bianchi y el Apóstol Mario Fiore.
Estaba previsto para el domingo de Pascua que el Apóstol Mayor realizara dos Servicios Divinos en la iglesia central de Buenos Aires: uno por la mañana y otro por la tarde. Los textos bíblicos de ese día fueron 1 Corintios 15:51-55 y Apocalipsis 1:8.

El programa incluyó además un viaje al noreste del país: en la provincia de Misiones, el Apóstol Mayor Streckeisen ofició en la iglesia Eldorado Km 9, el 29 de marzo por la tarde. A este Servicio Divino asistieron 721 fieles y el texto bíblico fue Salmos 118: 24-29.

De regreso en Buenos Aires, visitaron algunas iglesias de la zona y el 31 de marzo el Apóstol Mayor realizó un tercer Servicio Divino en la iglesia central, esta vez bajo el texto de Salmos 132: 7-10.
La siguiente cita sería en Montevideo, Uruguay con un Servicio Divino efectuado en un gran salón (se congregaron casi 6.000 fieles), el 2 de abril. Dos días después, el cuarto y último Servicio Divino en la iglesia central de Buenos Aires. La prédica se basó en el texto de Hageo 2:6-9. Menciona el diario de viaje: “Nos informan que ya a las 14 horas había hermanos esperando en la iglesia (…) por lo que se armó una fila de cerca de 400 metros de largo”.
Alrededor de 2.000 fieles participaron de manera presencial en cada encuentro en la iglesia central Buenos Aires; a su vez, los Servicios Divinos fueron transmitidos telefónicamente a varias iglesias conectadas. Así, de la mano de la tecnología disponible en aquel entonces, más de 5.000 hermanos y hermanas oyeron el servir del Apóstol Mayor en cada oportunidad.
El viaje culminaría con un Servicio Divino en Bosque de Saúde, Brasil.


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