“No temas, yo te ayudo”

El domingo 26 de marzo de 2017, el Apóstol de Distrito Enrique Minio realizó un Servicio Divino en la iglesia central Buenos Aires, con transmisión a las comunidades del obispado Nº 6. Acompañaron los Apóstoles Norberto Bianchi, Jorge Franco, Guillermo Canessa, Gerardo Zanotti y Herman Ernst (de Uruguay), así como también Obispos de Argentina y Uruguay y dirigentes de distrito.

Después de dar una cordal bienvenida a los 717 asistentes, el Apóstol de Distrito Minio transmitió los saludos del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider y compartió su alegría por su inminente visita a la Argentina, prevista para el siguiente fin de semana. Además, contó que el texto bíblico de ese día había sido enviado por el Apóstol Mayor especialmente para ese día.
Dicha palabra fue Isaías 41: 13-14: “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor”.
El pueblo israelita se encontraba cautivo en Babilonia. Pensaban que Dios no cumpliría la promesa que le había dado a Abraham. Entonces, Dios envía al profeta para darles el mensaje: “No temas, yo te ayudo”.
Esa promesa de Dios fue cumplida en el tiempo, pero con ciertas condiciones: confianza y fe en el Padre celestial. Dios ayuda a los que luchan por la bendición. Y los que luchan son aquellos que toman el llamamiento como parte de su vida, sirviéndole, siendo testimonio de su Obra. Entonces, el servir a Dios es la otra condición.
No importa lo que estemos viviendo. Sin dudas, Dios siempre estará contigo. Entonces la pregunta a hacerse será: “¿Yo creo, lucho, quiero servir?”. Luego es necesario reconocer lo que está mal y no volverlo hacer, para así alcanzar el camino de la salvación. Porque el camino para ser bendecidos estará en ver que nuestras actitudes, palabras y pensamientos estén acordes con el Evangelio de Cristo.
Colaboró en el servir el Apóstol Norberto Bianchi, quien en relación a su inminente pase a descanso expresó: “Ha sido un honor y un privilegio haberles servido”. Luego también compartió un sentir el Apóstol Herman Ernst.
A continuación, el Apóstol de Distrito celebró la Santa Cena para los difuntos y antes de concluir la hora dirigió unas palabras finales de agradecimiento al Apóstol Norberto Bianchi por todo su activar.