Jueves 23/03/2017
La comunidad Barrio Pasco 2 se encuentra a sólo 30 minutos del centro de la Ciudad de Buenos Aires. Hace cinco años fue inaugurada, su pastor dirigente es Juan Maldonado. A menudo es invitada a participar de oficios con apóstoles en capillas cercanas que tienen mayor capacidad, pero en esta oportunidad iba a vivir una jornada inolvidable. El Apóstol de Distrito Enrique Minio visitó la pequeña iglesia el domingo 19 de marzo de 2017, la primera vez que este siervo daba un Servicio Divino allí. "Es realmente un acontecimiento histórico para la comunidad", decían los siervos en la puerta mientras daban la bienvenida a los 72 invitados que se hicieron presentes.
Cuando llegó el Apóstol de Distrito, en la entrada lo aguardaban con tanta alegría que hasta los niños se habían puesto el traje oscuro y la corbata, para ser por unos instantes pequeños oficiantes. “Dios los bendiga mucho”, fue el deseo del siervo al encontrarse con ellos.
El texto bíblico utilizado fue Apocalipsis 3: 18: “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”.
En este pasaje de la Biblia nuestro Padre celestial nos encarga tres cosas: en primer lugar comprar el oro de la verdad, su Evangelio; esto nos permitirá afirmarnos en la confianza y compartir la riqueza espiritual con nuestro prójimo. Luego nos pide hacernos de las vestiduras blancas, que es su gracia. Y, por último, nos exhorta a ungir los ojos con colirio, ya que a veces podemos creer que vemos bien, sin embargo, podríamos estar errados. “Miremos sobre lo que tenemos que cambiar y no los errores de los demás", expresó el Apóstol de Distrito en relación esto.
Cada hermano y hermana que ingresa a Barrio Pasco 2 lo hace por una pequeña puerta. A la derecha la comunidad, más de la mitad son coreutas. “Hace un año y medio éramos 4 ó 5, ¡mire ahora!”, dicen los directores del coro. Todo aquel que llega regala un cálido “¡buen día!” y la devolución del saludo es inmediata. Así se vive cada reunión en esta hermosa comunidad.