Iglesia Las Catonas: “Oír la voz de Cristo”

Viernes 03/02/2017

El sábado 28 de enero el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en la iglesia Las Catonas (Buenos Aires), perteneciente al distrito 9. El texto en el que se basó el Servicio Divino fue tomado de Mateo 17:5: “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.”


El encuentro contó con la presencia de 127 fieles en total, así como también con la presencia del Obispo Altare, el Evangelista de Distrito Di Paolo, el Primer Pastor Borina y dirigentes del distrito.
El Apóstol de Distrito dio la cordial bienvenida a todos y recordó que siempre que Dios nos llama a su casa hay un motivo. “Debemos tener precaución”, nos recalcó, “ya que los seres humanos nos acostumbramos a todo” y no debería de ser así. Debemos asistir a los oficios por la necesidad del alma, para escuchar la palabra de nuestro Dios y luego poder cumplir sus enseñanzas.
En el desarrollo de la prédica y en relación con la palabra del día, exhortaba a prestar atención a las enseñanzas que recibimos de Dios, pero sin “adaptarlas”, es decir: oír la voz de Cristo y no buscar lo que querríamos oír.
También más adelante invitaba a vivir en la bienaventuranza y orar a Dios, aprender a orar. “La oración -expresó el Apóstol de Distrito- contiene petición, intercesión, alabanza, glorificación y agradecimiento”. Puso el ejemplo de la petición de un hijo a su madre. Si un niño tiene hambre, ¿cómo se lo dice a su madre? ¿Señora madre, quisiera tener una audiencia con usted? No. Dice simplemente: Mamá, tengo hambre. De esa forma también debemos ser con Dios, quien nos conoce y sabe lo que nos pasa, pedirle lo que necesitamos con un corazón humilde y sencillo, sin olvidarnos de que podemos ayudar a otros intercediendo por ellos y que tenemos la oportunidad de agradecer a Dios por la bendición que trae a nuestras vidas, sin importar lo difícil que pueda ser la circunstancia que nos toca vivir.

Al finalizar el Servicio Divino, los siervos saludaron a los fieles allí y se acercaron dos niños pequeños que entregaron un pequeño regalo al Apóstol de Distrito y al Obispo, un detalle que llenó de alegría sus corazones.

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