“Yo soy el primero y el último”. Servicios Divinos en Paso de los Toros y Villa San José

Viernes 20/01/2017

El 14 y 15 de enero el Apóstol de Distrito Enrique Minio ofició en dos iglesias de Uruguay. El primer Servicio Divino fue el sábado en Paso de los Toros (distrito 13), que integra el departamento de Tacuarembó; allí también pudo estar el Apóstol Herman Ernst. Al día siguiente, aguardaban al Apóstol de Distrito los hermanos y hermanas de Villa San José (distrito 2), en la ciudad de Juan L. Lacaze, departamento de Colonia. Por su parte, el Apóstol Ernst ese domingo oficiaba en la iglesia Valdense.


Paso de los Toros es una ciudad perteneciente al Departamento de Tacuarembó, ubicada a 250 km de la capital del país, Montevideo, sobre la ruta N° 5 y en la margen norte del Río Negro.
Desde temprano los preparativos se hacían notar. No solo participarían los miembros del lugar, sino también de las comunidades de Achar, San Gregorio y Carlos Reiles. En total, sumaron 211 concurrentes.
El texto bíblico para esta hora fue Apocalipsis 22:13: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último”. El concepto central de la prédica fue que Jesucristo sea el primero y el último en nuestro corazón. Todo queremos hacerlo comenzando por Él. Confiar es otra manera de que Jesucristo sea el primero y el último en nosotros. El Apóstol de Distrito también exhortó a que llevemos el sentir de Cristo hacia quienes nos rodean, dejando de lado acusaciones, críticas y prejuicios. Así podremos alcanzar comunión y unanimidad, que es lo que nos pide nuestro Señor.
Acompañaron la actividad el Anciano de Distrito Mario Falero y los Evangelistas de Distrito Federico Morales (distrito 13) y Alejandro Falero (distrito 6).

Villa San José
Al día siguiente el Apóstol de Distrito Minio en Villa San José acompañado por el Anciano de Distrito Sergio Pereira y junto a 75 fieles. En esta oportunidad, el texto utilizado fue Apocalipsis 1:17: “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último”. El himno entonado en el inicio dice en uno de sus versos: “Si cada mañana le dices a Dios: buen día mi Padre, buen día Señor…”; a partir de estas palabras el Apóstol de Distrito profundizaba que este es un secreto que revela Dios para nuestra vida: Hablar, hablar y hablar cada mañana con nuestro Padre, colocando un corazón sincero y honesto. También lo relacionó con cada hora que podemos vivir en su casa. Todo esto produce cambios en nuestro interior.
Yendo luego a la palabra del día, se detuvo especialmente en la expresión del Señor “no temas”. Que nuestro corazón no se turbe, porque sabemos que Él fue a preparar un lugar para nosotros. Creyendo en Dios podremos vivir plenamente esa expresión que manifiesta el no sentir temor. Tengamos la convicción de que Jesucristo ha sido el primero en amarnos y es el último porque no nos abandonará. También en esta hora fue central la importancia de colocar a Cristo en primer lugar en nuestro corazón.
Luego del participar de la Santa Cena con la congregación el Apóstol de Distrito celebró este Sacramento para los difuntos, siendo un momento muy sublime.

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