“Tan lejos, tan cerca”- Viaje a Sudáfrica (Entrevistas)

Viernes 04/04/2014

Un grupo de 46 jóvenes comenzaba el 16 de febrero de 2014 un viaje que los llevaría desde Sudamérica hacia el lejano país de Sudáfrica. Allí se reunirían con la juventud del lugar para compartir encuentros, conciertos y Servicios Divinos.
Complementando la publicación de la “JNA revista” N°38 de abril 2014 (publicación regional de la INA Sudamérica dedicada a los jóvenes), presentamos a continuación algunas entrevistas realizadas a algunos participantes de esta experiencia.


“Fue un gran placer estar con la juventud de Argentina y Uruguay, muchas experiencias de fe hemos vivido, es hermoso crear estos lazos de amistad que van a ser para toda la vida, y deseo poder verlos nuevamente a todos”. Claudia Farley

“Este viaje fue emocionante, nos hizo recordar mucho a nuestro viaje a Argentina del año 2013, este ha sido mejor, porque tuvimos más encuentros, más comunión, estuvimos juntos todos los días y se crearon relaciones muy cercanas. No importan las diferencias porque tenemos el mismo Espíritu, los amo mucho y espero verlos muy pronto”. Eugene Klein

“Cuando escuché que la juventud de Argentina y Uruguay venía a Ciudad del Cabo, no sabía qué esperar. Tenemos diferencias de lenguaje, pero cuando llegaron acá sentí una gran emoción, les agradezco por estas hermosas dos semanas, fue un desafío, pero todo fue solucionado. Tengo ahora amigos especiales que me esperan allá, y sepan que también hay muchos amigos que los esperan acá”. Evangelista de comunidad Michael Esau

“Fue muy conmovedor todo el cariño y amor que nos brindaron, en cada situación estaban a nuestro lado, con un abrazo, un regalo o un encuentro.
En cada Oficio vivimos el amor y el sentir que nos une, sin importar el idioma o la cultura. Me llevo muchas experiencias y mucha gente amiga. Queda ahora la responsabilidad de contagiar aunque sea un poquito el cómo viven su fe, en todo lo que hacen demuestran ser hijos de Dios”. Florencia Saavedra (Rosario 5)

“Mi viaje no comenzó en Sudáfrica, desde el primer día que me enteré que iba a viajar compartí muchas cosas con compañeros de trabajo con los que nunca había hablado de la Iglesia, particularmente del Oficio de ayuda a los difuntos. El viaje fue hermoso pero para mí giró todo en torno a ese momento. El miércoles previo a volver y durante la descongregación del Oficio pude ver en un hermano la sonrisa de un Pastor muy amado que tuve y que ya está en la eternidad. No encuentro forma de agradecer el viaje, más allá de todo lo vivido, cada sonrisa va a quedar en mi corazón para siempre”. María Moreno

“¡Wow, me siento tan emocionada! Es una lengua extranjera, es la primera vez que conozco a tanta gente que habla el mismo idioma y que nos entendemos mutuamente. Aún cuando no entendemos el idioma, a través de los gestos que hacemos, a través del amor que mostramos y por supuesto, todos somos hijos de Dios. Todos nos sentimos igual. El sentimiento es el mismo porque todos estamos unidos por amor. El mismo amor.
Cada día fue una experiencia diferente, así que cada día fue un momento especial para mí. Y cada día aprendí más de ustedes y cada día los amé aún más, porque ustedes nos mostraron que todo se trata del amor. Cada día compartido con ustedes fue un gran momento para mi corazón. Y sólo con amar nuestra comida y todo lo que les presentábamos… Eso fue un placer”. Moira Harker (una de las cocineras del predio)

“Fue un viaje muy lindo, pudimos convivir y conocer a 50 personas en 10 días. En cuanto a lo espiritual pude ver un gran reconocimiento que quizás yo antes no tenía, en síntesis, lo que vimos por sobre todas las cosas fue el amor de Dios”. Pablo Etchevers (Paraná, Entre Ríos)

“Caras familiares y caras que no conocíamos, los esperábamos desde el momento en que se les dio la invitación, estamos separados por distancias pero unidos por el Espiritu Santo al ser hijos de Dios. Estos son momentos inolvidables y benditos para nosotros, desde ahora estarán siempre en nuestras oraciones sabiendo que, si no nos vemos antes, estaremos en el día del Señor.
Vamos a poder contarles a nuestros hijos o a nuestros nietos: “Sí, yo estuve en Ciudad del Cabo con mis hermanos y viví momentos benditos”. No podemos perder este gozo, ahora tienen la misión de llevar todo lo vivido aquí a los jóvenes de su país. Ahora sé que seremos amigos para siempre”. Randall Ortel

“Lo más importante fue conocer a los hermanos de allá, tienen una alegría y una manera de vivir su fe muy contagiosa. Todos los paisajes y recorridos fueron hermosos y sobre todo también pudimos conocer a otros hermanos de Argentina y Uruguay.
Nos llevamos experiencias personales y de fe que deben ser lo más importante para cada uno”. Romina Insúa (Unión, Montevideo, Uruguay)

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