Primera visita del Apóstol Canessa a San Juan

Viernes 02/12/2016

Durante el fin de semana del 26 y 27 de noviembre de 2016, el Apóstol Guillermo Canessa visitó la provincia de San Juan. La imagen de la Cordillera de Los Andes, sus montañas y cerros tocaron el corazón del Apóstol, agradecido por la belleza de la creación. Los hermanos y hermanas transmitían su amor y la profunda alegría por recibirlo en los dos Servicios Divinos. El primero fue en la iglesia Chimbas y el segundo en San Juan capital. En ambas ocasiones acompañaro los Primeros Pastores Juan Escobar y Juan David Ubaldini.


El sábado 26 se celebró el primero de los Oficios en Chimbas, ubicada en el departamento provincial que lleva el mismo nombre, lindante a la ciudad capital; en diciembre la iglesia cumplirá su 35º aniversario, de modo que esta visita era una especia de “antesala” del festejo. Asistieron 85 fieles y el coro dispuso el corazón con el himno “Un mensaje de la gracia”. El Apóstol sirvió bajo el texto bíblico de 2º Corintios 6: 2: “Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”. Entre otras palabras, fue mencionado que debemos tomar decisiones y a veces cuesta, porque tienen consecuencias. Hoy Dios nos invita a tomar decisiones en nuestra vida espiritual; si queremos llegar al reino de los cielos, si queremos acrecentar nuestra fe, debemos esforzarnos todos los días por vivir conforme al Evangelio de Cristo.

San Juan
El domingo 27 el encuentro fue en la iglesia San Juan, donde 93 fieles estuvieron bajo el servir del Apóstol. Para la prédica fue tomado el el texto de 2º Corintios 1: 20: “Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”.
Siendo el primer domingo de Adviento, recordamos que Dios ya había prometido el Mesías, el que vencería al mal, el Salvador. Todas las promesas son en Cristo, el que nos abre la esperanza de la vida eterna. Debemos comprender que todas las promesas fueron cumplidas en su momento y sólo queda una, que pronto será una hermosa realidad. Nos tenemos que preparar interiormente, amando a Jesús y testificando el sentir de un hijo de Dios.
Con profunda emoción, con el envío del Apóstol de Distrito se celebró la Santa Cena para difuntos.

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