Noviembre: Servicio Divino en ayuda para los difuntos

El domingo 6 de noviembre, con motivo del Servicio Divino en ayuda para los difuntos (el último del año), el Apóstol de Distrito Enrique Minio visitó la iglesia Prado, ubicada en la zona oeste de Montevideo. Le acompañaron el Anciano de Distrito Fernando Mendá, el Evangelista de Distrito Walter Bulke y dirigentes del área. Se hicieron presentes 104 creyentes.

El Prado es un lugar apacible, que desde 1945 cuenta con una comunidad nuevoapostólica. El 13 de julio de 2014 fue inaugurada la iglesia. Allí ofició el Apóstol de Distirto Minio, basando su servir en el texto de Juan 16: 22: “También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo”.
En su activar, entre otras palabras fue expresado que el Padre eterno abre sus brazos con divino amor y tiene el propósito de ayudarnos a todos, brindándonos lo necesario, no solo para recorrer el camino sino también para llegar a la meta. Con el sacrificio de Cristo, reafirmó el Apóstol de Distrito, la muerte ya no tiene potestad sobre el hombre. Para todos los que acepten (porque Dios no cambia el libre albedrío del hombre), el Padre indica el camino a la comunión. Ese libre albedrío no alcanza solamente a esta orilla, sino también a quienes han partido al más allá. El plan de salvación de Dios no se limita a la vida del cuerpo.
En los discursos de despedida, el Señor Jesús percibía el dolor de sus discípulos por su pronta partida; este mismo sentimiento gana nuestra alma cuando nos toca atravesar situaciones similares: tristeza, dolor, incertidumbre. La pregunta es: Si Dios es amor, ¿no alcanzará la gracia y la misericordia abundante que desea brindar al hombre? Solo depende de la voluntad de cada uno el aceptarla.
Por otra parte, no solo nosotros sufrimos la separación, también quienes han partido nos aman. Dios nos da el consuelo. Nosotros los extrañamos y ellos nos extrañan, porque quienes partieron no pierden su personalidad. El punto de comunión es Cristo Jesús.
En esta hora colaboraron en el servir el Anciano de Distrito Fernando Mendá y el Evangelista de Distrito Walter Bulke. Luego de que la comunidad festejara la Santa Cena, el Apóstol de Distrito procedió a dispensar los Sacramentos a las almas del más allá, todo en un marco de solemnidad y gran gozo.
El día anterior, sábado 5 de noviembre, también los fieles de la iglesia Piedras Blancas habían participado de un Servicio Divino oficiado por el Apóstol de Distrito Minio en su comunidad.