25° aniversario de iglesia Navarro

A unos 121 km al noreste de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra la ciudad de Navarro. Allí, el domingo 24 de julio se celebraron los 25 años desde la inauguración de la iglesia, actualmente perteneciente al distrito 64. El Servicio Divino fue realizado por el Apóstol de Distrito Enrique Minio, acompañado por el Anciano de Distrito Adolfo Isola, el Evangelista Héctor Martín y siervos del distrito.

La hora se basó en un Oficio del Apóstol Mayor con el texto bíblico de Mateo 5: 39-41: “Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos”. Luego de leer la reseña con los hitos más sobresalientes de la historia de la comunidad, el Apóstol de Distrito comenzó su servir expresando que lo importante no es el paso del tiempo sino la madurez que uno alcanza frente a los ojos de Dios: Él espera que seamos a la imagen de Cristo y para eso uno tiene que decidirse a abandonar el propio yo. Profundizando entonces la palabra del día, fue recordado cuán necesario es un corazón lleno de la paz de Cristo, que debe habitar en nosotros. El Apóstol de Distrito destacó también la importancia de servir al prójimo sin esperar nada a cambio, mirando primero nuestro corazón para saber qué podemos dar y a su vez ver qué tenemos que mejorar, sabiendo que nuestro comportamiento es testimonio del Evangelio, y que lo que se hace por amor jamás es un sacrificio. Antes de celebrar la Santa Cena agregó que debemos tener “tres corazones”: uno de niño para confiar en la palabra, uno de juez para mirarnos a nosotros mismos y uno de madre para comprender y perdonar al prójimo.
En el marco de este Servicio Divino también fue donada la Santa Cena para los difuntos. Al finalizar la hora, el Apóstol de Distrito saludó a los participantes (128 en total), muchos de ellos invitados que formaron parte de la comunidad a lo largo de los años. Luego todos pudieron compartir con alegría un momento más de comunión degustando un delicioso desayuno organizado por los hermanos de la comunidad.