Sobre tierra colorada: el Apóstol de Distrito en el corazón de Misiones

El sábado 16 de julio de 2016, a las 18 hs. se pudo vivir con gran alegría la visita del Apóstol de Distrito Enrique Minio (quien anteriormente fuera el Apóstol competente del área) en la iglesia Posadas y al día siguiente por la mañana en Eldorado Km 9, ambas en la provincia argentina de Misiones.

En Posadas, hubo muchos preparativos: ensayos del coro de distrito (con integrantes de las nueve comunidades del distrito 46/2), un grupo de hermanos dedicado a la limpieza, el grupo encargado del arreglo floral y otros detalles para la ocasión. A pesar del frío intenso, hubo una importante concurrencia, con 110 participantes.
El cántico de inicio fue el 21 del Himnario Regional, “Gozo y bienaventuranza”. El texto bíblico utilizado por el Apóstol de Distrito fue Eclesiastés 4:12: “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”.
El Apóstol de Distrito inició la prédica contando que cuando recibió el ministerio de Apóstol, el Obispo Szymkowicz (hoy en descanso) le regaló un alhajero que contenía tierra colorada y un corazón. Le dijo: “Acá está el corazón de los hermanos de Misiones, por los que siempre oro”.
Luego, refiriéndose al texto, explicó que ese cordón de tres dobleces remite a la comunión con nuestro hermano y con el Señor. En lo espiritual seguimos a Dios, escuchamos la palabra, nos miramos todos en Cristo e intentamos obrar siguiendo su palabra. Dios nos da también el perdón. Para ello debemos reconocer nuestros errores, buscar el perdón y perdonar; debemos comprender al otro como Dios nos comprende a nosotros. En lo material, la comunión se manifiesta orando unos por otros, ayudándonos y consolándonos. Se trata de dar, amar y sentirnos amados.
Colaboraron en el servir el Anciano de Distrito Gerardo Keller y el Primer Pastor Ricardo Glanzel.

El domingo 17 de julio tuvo lugar un Servicio Divino en la iglesia Eldorado Km 9. También había sido invitada la comunidad Eldorado km 28, sumándose un total de 171 concurrentes. Aquí la palabra se basó en el texto de Juan 14: 2-3: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. La prédica invitaba a reflexionar si en cada uno vive esa promesa, si podemos visualizar ese día. Esa casa donde hay muchas moradas, es una casa de paz, de gozo y alegría eterna, y es una casa muy amplia, porque Dios quiere que todos los hombres sean salvos.
Colaboraron en el servir el Anciano de Distrito Gerardo Keller y el Evangelista de Distrito Claudio Marchioli.
Un punto culminante del Servicio Divino, fue la celebración de la Santa Cena para los difuntos, participando en representación en este acto los Primeros Pastores Lutz y Söhn.