“David y Goliat”: Presentación especial de la Escuela de Música

Los días 3 y 8 de julio respectivamente, en el “Teatro Español” de la ciudad de Lomas de Zamora (al sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) se presentó la obra musical “David y Goliat”. Recrearon la misma el coro de niños y la orquesta infanto-juvenil, ambos pertenecientes a la Escuela de Música de la Iglesia, y también un coro de padres, además de tantos colaboradores en diferentes tareas.

Se realizaron en total cuatro funciones, ambos días bajo un típico clima invernal. Pero ello no impidió que alrededor de 1.500 participantes en total disfrutaran de un hermoso espectáculo.
Se comenzó a trabajar en la obra en marzo de 2015; prácticamente un año y medio de dedicación hasta llegar al ansiado día del estreno. El proyecto involucró a unos 90 niños y 40 padres de diferentes sedes de la Escuela de Música de la Iglesia Nueva Apostólica. La dirección general estuvo a cargo del Pastor Javier Luiso (iglesia Burzaco) y de la hermana Laura Minniti (iglesia Lanús 1). Decenas de colaboradores se sumaron voluntariamente como actores, vestuaristas, escenógrafos, sonidistas, iluminadores, entre muchas otras tareas.
La obra narra acerca de un niño que se siente olvidado por Dios. Se centra en dos pasajes de la historia del rey David: su unción y su enfrentamiento a Goliat. A través de la historia, el niño comprende el valor de la oración y que Dios mira el corazón.
“El objetivo fue encarar en la Escuela de Música un proyecto integrador que nos permitiera el trabajo conjunto entre coro y orquesta infanto-juveniles, incluyendo también al coro de padres. No se trataba simplemente de hacer un concierto sino de encarar un proyecto que nos planteara desafíos, y que para superarlos fuera necesario dedicarse, aprender y crecer”, explica el Pastor Luiso.
Si bien el acceso era gratuito, se habían confeccionado tarjetas de ingreso para una ordenada participación de los invitados. Así, la sala prácticamente se fue colmando en cada función y los espectadores de pie coronaron con un cálido y entusiasta aplauso la brillante presentación, que logró acuñar en el corazón el mensaje: ¡Dios siempre te ayudará!