Alta Gracia y Altamira: Servicios Divinos en Córdoba

El Apóstol de Distrito Enrique Minio viajó a la provincia de Córdoba (Argentina) oficiando en dos comunidades: en Alta Gracia el sábado 27 de febrero, por la tarde, y en Altamira el domingo 28.

La ciudad de Alta Gracia está recostada sobre las Sierras Chicas cordobesas. En esta ciudad, hay una hermosa iglesia inaugurada en el año 2011. El Apóstol de Distrito realizó aquí el Servicio Divino de preparación para el Oficio en ayuda para los difuntos (que sería a la semana siguiente). Hubo un total de 206 fieles, de la comunidad anfitriona y llegados desde Río Cuarto, Río Tercero, Villa General Belgrano y Villa María. Algunos se trasladaron hasta 200 km. para participar del encuentro festivo. Estuvieron también presentes el Evangelista de Distrito Juan Heidemann y los Primeros Pastores Eduardo Martínez y Gabriel Stabile (distrito 08/3), el Evangelista de Distrito Fabián Romero y el Primer Pastor Adrián Pena (distrito 08/1) y el Evangelista de Distrito Ernesto Herrera y el Primer Pastor Gabriel Rodríguez (distrito 08/2).
La palabra utilizada por el Apóstol de Distrito fue 2 Reyes 5:14: “Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”.
Colaboraron en el servir los tres Evangelistas de Distrito. El coro estuvo compuesto por hermanos pertenecientes a los coros de las comunidades presentes y algunos de los otros dos distritos de Córdoba. Sin ensayos previos, entonaron los himnos en una entrañable comunión.

Por su parte, al día siguiente tuvo lugar el Servicio Divino en la iglesia Altamira, que integra el distrito atendido por el Evangelista de Distrito Romero.
En esa mañana el texto bíblico fue Salmos 95:6: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”. Acompañaron al Apóstol de Distrito los tres Evangelistas de Distrito antes mencionados (los cuales colaboraron también en el servir) y el Primer Pastor Adrián Pena. La concurrencia fue de 100 hermanos y hermanas.
Sobre el final del Servicio Divino se vivió un momento muy emotivo cuando fue dispensada la Santa Cena para los difuntos. El hermoso marco musical en este caso lo brindó el coro de la comunidad, con participación de los niños de la comunidad en cánticos previos al Oficio y al final del mismo.