Vencer con Cristo: Primer Servicio Divino del año

El domingo 3 de enero de 2016 la iglesia Avellaneda (Buenos Aires) tuvo la alegría de contar con la visita del Apóstol de Distrito Enrique Minio y los Apóstoles de Argentina en el primer Servicio Divino del año.

“Comenzar el 2016 de esta forma es un hermoso regalo del Padre”, expresaba uno de los 266 invitados que estuvieron en la iglesia Avellaneda. También fue de alegría contar con la presencia del Apóstol de Distrito Mario Fiore, actualmente en descanso.
“Que este año sea el del cumplimiento de la promesa”, manifestaba el Apóstol de Distrito Minio en su oración de inicio. El texto bíblico para este Servicio Divino fue 1 Corintios 15: 57: “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. “Que esta palabra pueda acompañarnos todo el año y no sólo hoy”, expresó el Apóstol de Distrito al comienzo.
La palabra “vencer” fue la clave y premisa para comprender el Servicio Divino. “¿Qué hay que vencer?”, preguntaba el Apóstol de Distrito. De a poco fue dando la respuesta. “Debemos vencer al mal siempre haciendo el bien, aunque tengamos que vivir injusticias; al miedo, haciendo lo posible nosotros y dejando lo imposible a Dios; a nosotros mismos, aprendiendo de los errores y creciendo con ellos; y a nuestros prejuicios, ya que Dios nos eligió a todos por igual”.

Se vivieron además otros momentos muy especiales. Luego de que cada uno de los Apóstoles expresara un sentir, el Apóstol de Distrito realizó el Santo Bautismo de un bebé, que instantes después recibiría el don del Espíritu Santo en un acto de Santo Sellamiento junto a otros cinco fieles. Minutos después se compartió la Santa Cena con toda la comunidad y para las almas de la eternidad.

No obstante faltaba algo más: oír desde el altar la comunicación de una nueva visita del Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider a Argentina, durante el mes de abril de 2016. “Que este 2016 sea un año de victoria y, aunque podamos llegar a perder alguna batalla, tengamos la certeza de que junto a Dios obtendremos finalmente el galardón”, fueron las últimas palabras del Apóstol de Distrito antes de despedirse.