Último Servicio Divino del año 2015

Viernes 08/01/2016

El miércoles 30 de diciembre tuvo lugar el último Servicio Divino del año. En una calurosa tarde de verano en Buenos Aires, los hermanos y hermanas de la iglesia Ezeiza compartieron esta hora junto al Apóstol de Distrito Enrique Minio. Por su parte, el Apóstol Guillermo Canessa ofició en iglesia Villa Obrera, el Apóstol Jorge Franco en iglesia Monte Chingolo N° 2 y el Apóstol Gerardo Zanotti en iglesia Turdera. En Uruguay, el Apóstol Herman Ernst celebró junto a la comunidad el 70º aniversario de Ecilda Paullier.


En la iglesia Ezeiza participaron del encuentro en total 78 fieles. El Apóstol de Distrito basó su servir en el texto bíblico de Salmos 95: 6-7: “Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano”.
En su prédica el Apóstol de Distrito exhortaba a terminar el año con adoración: para adorar a Dios, primero hay que reconocerlo. ¿Y cómo podemos adorarlo y amarlo? La respuesta es: confesándolo, siendo humildes, agradeciendo a Dios y al prójimo. Más adelante en su servir el Apóstol de Distrito profundizaba que cada problema es una oportunidad para decir: ¡Con Dios todo lo puedo! ¿Podemos ver los ángeles que nos ayudan? – invitaba a preguntarnos –, confiemos en Él cada día y ¡Finalicemos el año con alegría en Cristo!, fue el deseo, para luego dar lugar al Evangelista de Distrito Gustavo Platero, quien compartió también un sentir.
Antes de regresar a casa todos pudieron saludar a los siervos frente al altar, una vez terminado el Servicio Divino.

En Villa Obrera. La comunidad de Villa Obrera vivió un encuentro especial para este fin de año, pues recibió la visita del Apóstol Canessa y junto a él, el Obispo Pablo Basso, el Anciano de Distrito José Minniti, Evangelistas de cuatro distritos y doce Primeros Pastores, además de muchos fieles e invitados. Hubo un total de 228 concurrentes. También aquí fue tomado el texto de Salmos 95:6-7. Entre otras cosas, el Apóstol Canessa manifestaba que en el transcurso de este año tal vez hubo situaciones tristes, angustiantes o preocupantes. Dios las permitió y la adoración, entonces, debe ser un reflejo de esa confianza colocada en Él, sabiendo que no se equivoca, que todo está en su plan de salvación, y que si algo de todo lo vivido hubiera podido perjudicar ese plan de salvación, Dios no lo habría permitido.
Colaboraron en el servir el Obispo Basso, el Anciano de Distrito Minniti y los Evangelistas de Distrito Basso, Batista y Canosa.

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