“Servir a Cristo nos hace felices”

El viernes 23 de octubre de 2015, en el marco de la visita del Apóstol Mayor a Sudamérica, tuvo lugar en la iglesia central Buenos Aires una presentación musical de coros y orquestas bajo el lema “Alegría en Cristo”.

Desde temprano el movimiento en la iglesia central era intenso. Los casi 700 intérpretes entre coreutas e instrumentistas de todas las edades iban llegando con anticipación, ocupaban ordenadamente sus lugares y disponían todo para la presentación. Casi una hora antes el recinto se veía prácticamente colmado con los concurrentes que llegaron a la cantidad de 1.790 en total. Muchos otros pudieron participar en los centros de conexión, ya que el encuentro fue transmitido vía satélite a diversos puntos del área de actividad del Apóstol de Distrito Passuni.
El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider llegó acompañado por los Apóstoles de Distrito Markus Fehlbaum (Suiza), Leonard Kolb (Estados Unidos), Raúl Montes de Oca (Brasil) y Mark Woll (Canadá), así como por el Apóstol de Distrito Norberto Passuni, el Ayudante Apóstol de Distrito Enrique Minio y los Apóstoles de Argentina.
El colorido del altar bellamente adornado, así como los cientos de voces e instrumentistas ocupando casi la mitad del recinto, eran ya una muestra de la “alegría en Cristo” que se deseaba transmitir en este caso a través de la música.
Luego de la oración inicial del Apóstol Mayor, comenzó la interpretación a cargo de la orquesta infanto-juvenil, el coro de niños, un numeroso coro de juventud, un coro de adultos mayores así como un solista (tenor), el coro general y la orquesta estable. El repertorio variado llevaba la impronta del sentir sudamericano.
Desde la dulzura de las voces infantiles hasta la emoción que reflejaban las voces de los adultos mayores, todos se unieron en un único y genuino sentir. Para el final, una obra interpretada en conjunto y compuesta especialmente para la ocasión, fue introducida por una hermana (locutora) que entre otras palabras expresó: “¡Servir a Cristo nos hace felices!”
Una silenciosa emoción acompañó todo el encuentro hasta que, al final, en forma espontánea y al unísono se escuchó un sentido aplauso.
El Apóstol Mayor se acercó al altar nuevamente. “¿Qué puedo decir? ¡Muchas gracias!” Asimismo mencionó que a pesar de que eran muchos los intérpretes “lo que escuchamos fue un solo corazón”. Se percibía que todos habían querido hacerlo perfectamente, pero no sólo eso, además deseaban la unidad de todos y eso se podía sentir.
“Lo más importante es que somos uno solo, y esa es una hermosa imagen de la Iglesia. Todos queremos servir al Señor. (…) Nunca olvidemos que lo más importante para Dios es que seamos una sola cosa. Trabajemos para que en el futuro esa unidad sea cada vez más fuerte” y concluyó: “¡Gracias por habernos llevado al cielo esta tarde!”.
Luego el Apóstol Mayor invitó a compartir una palabra al Apóstol de Distrito Passuni. A continuación de la oración final, todos comenzaron a descongregarse con el corazón rebosante de “alegría en Cristo” y pensando ya en los próximos acontecimientos de esta visita: el Servicio Divino del día sábado en Montevideo, y el del domingo nuevamente en Buenos Aires.