Martes 23/09/2025
El sábado 13 de septiembre, jóvenes de las provincias de Misiones, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires compartieron una jornada y Servicio Divino en la ciudad de Rosario (Argentina). Durante el evento estuvieron presentes el Apóstol de Distrito Enrique Minio, el Ayudante Apóstol de Distrito Herman Ernst y Apóstoles de Argentina.
Los primeros invitados, provenientes de Misiones, comenzaron a llegar el viernes 12. Un grupo de colaboradores les brindó una cálida bienvenida. Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana se sumaron los jóvenes de Córdoba. Luego arribó el resto de los invitados. De esta forma, mientras se servía el desayuno y se realizaba la acreditación al evento, sonrisas y abrazos colmaban el predio.
A continuación, los participantes se organizaron en distintos grupos denominados “Tribus”. Eran guiados por sus “Caciques”, colaboradores que acompañaron y orientaron a los jóvenes en toda la jornada.
La llegada de los Apóstoles fue el instante previo a la apertura oficial del encuentro. Ya con ellos presentes, se realizó la oración de inicio. Hubo dos premisas para el encuentro: “Unidos somos uno” y el lema del año, “¡Es tiempo de hacer el bien!”. El grupo musical “Guasanga”, integrado por jóvenes de Rosario, interpretó la canción de la jornada, acompañada de una coreografía. Durante la mañana, una transmisión radial iba anunciando las distintas actividades y talleres.
También habían sido preparadas algunas sorpresas. Los Apóstoles, por ejemplo, coordinaron distintos talleres sobre temas de interés para la juventud. Cada actividad resultó una experiencia enriquecedora que dejó aprendizajes y vivencias.
Luego del almuerzo, se llevó a cabo otra serie de actividades temáticas coordinadas por colaboradores y jóvenes. Enseguida, las “Tribus” volvieron a reunirse para dialogar sobre lo vivido en la jornada y compartir una reflexión final antes del Servicio Divino, que sería presidido por el Apóstol de Distrito Minio.
“Hagamos las obras de la fe, trabajemos con amor y seamos constantes”, fue el mensaje principal de la prédica, basada en 1 Tesalonicenses 1:2-3. El Apóstol de Distrito Enrique Minio expresó que la fe en la conducción divina genera efectos en nuestra vida cotidiana. Mencionó además que el amor a Dios nos ayuda a servirle a Él y también a nuestro prójimo, dando testimonio de la fe con constancia. Colaboraron en el servir el Ayudante Apóstol de Distrito Herman Ernst y el Apóstol Pablo Basso.
Después del Servicio Divino, los jóvenes compartieron la cena junto a los Apóstoles. La velada se completó con una presentación musical que selló la celebración en un marco de alegría, agradecimiento y comunión.
La jornada Rosario 2025 no solo fue un encuentro de actividades y talleres, sino un verdadero espacio de pertenencia. Allí, los jóvenes construyeron nuevas amistades y experimentaron la alegría de servir unidos bajo la fe nuevoapostólica. Cada sonrisa, abrazo y palabra compartida dejó huellas imborrables y renovó el compromiso de ser un testimonio de nuestra fe.