Martes 02/09/2025
Los primeros dos Servicios Divinos dominicales de septiembre están dedicados al Padre Nuestro. Allí, Jesús muestra cómo debemos hablarle a Dios. Nuestras oraciones deben orientarse en el ejemplo que nos da Jesús.
En las primeras palabras de esta oración, nos dirigimos a Dios como Padre. La santificación del nombre de Dios es una muestra de respeto por su santidad y majestuosidad. Al mismo tiempo, la oración es un diálogo personal con Dios. En su santidad, Él está cerca y dedicado a nosotros.
El enunciado: “Y no nos metas en tentación” se refiere a los desafíos y pruebas que forman parte de nuestra vida. Allí podemos reconocer cómo está nuestra relación con Dios y cuán fuerte es nuestra fe.
Además, en septiembre reflexionamos sobre el agradecimiento. Agradecemos de múltiples formas, también con nuestras ofrendas materiales, en respuesta a la bondad de Dios. Y lo hacemos voluntariamente y por amor.