¡Bendecido cumpleaños! El Obispo e.d. Francisco Demitrio celebra sus 90 años

Viernes 31/07/2015

El domingo 26 de julio de 2015, en la Iglesia Constitución (Buenos Aires, Argentina), la comunidad recibió la visita del Apóstol de Distrito Norberto Passuni, acompañado por el Ayudante Apóstol de Distrito Enrique Minio, y los Apóstoles Jorge Franco y Gerardo Zanotti. También estaba el Obispo Guillermo Canessa y siervos del distrito. ¿El motivo? El día anterior, sábado 25, el Obispo (e.d.) Francisco Demitrio había cumplido 90 años.


El Obispo Francisco Demitrio nació el 25 de julio de 1925. Con el pasar de los años fue recibiendo diversos ministerios: Diácono (1947), Pastor (1950), Anciano (1960), Prelado (1961), hasta finalmente ser ordenado como Obispo el 10.08.1969. Luego pasó a descanso el 16.09.1990.
A lo largo de todo ese tiempo, innumerables han sido sus vivencias y momentos especiales.
“Mi padre falleció cuando yo tenía 2 años. Pasaron unos años, mi madre se volvió a casar. Entonces yo tengo que decir que ese es mi padre. Él no sabía leer ni escribir, pero para mí fue un maestro. Yo tenía unos 9 años. Me llevaba a los barcos, él también descargaba bolsas. Yo me sentaba y veía. Luego venía y me decía: “Esto vos no lo tenés que hacer. Tenés que ir a la escuela”. Y si bien no había medios, había que ir a la escuela. [...]. Uno podría narrar infinidad de cosas, de esos inmigrantes que hablaban un poco en italiano, un poco en español, y que dieron testimonio de su fe a sus compañeros de trabajo. Yo me preguntaba cómo hacían para entenderlo. Pero han sido herramientas valiosísimas”. Así relataba el Obispo Demitrio en una entrevista publicada en “Nuestra Familia”, mayo de 2009.

Para el Servicio Divino en la iglesia Constitución, se congregaron 330 fieles. El Apóstol de Distrito basó su servir en el texto de Efesios 3:18-19. Finalizado el mismo saludó a la concurrencia, también junto al Obispo Demitrio e.d. A continuación y compartiendo un momento en la sacristía, el Obispo relató algunas anécdotas de su vida como hijo y siervo de Dios:

Hace varios años, cuando la Administración de la Iglesia en Buenos Aires se encontraba en el mismo lugar en donde está la Iglesia central, a pedido del entonces Apóstol de Distrito Martón el Obispo Demitrio fue a bautizar a una niña que estaba a punto de perder la vida. Fue en el hospital de niños cercano. Muchos años después, llegando a la iglesia Constitución, se encontró con alguien que le dijo: “¿Se acuerda de mí?”. Habían pasado muchos años, y con el paso del tiempo uno va cambiando. La hermana le contó que ella era la madre que había estado en ese bautismo: ese día se bautizaría su nieta, hija de la niña bautizada en aquel hospital. “El amado Dios tenía otros planes”, expresó el Obispo.

A la celebración por sus 90 años, el Obispo había llevado una moneda de 5 centavos. Recordaba que, cuando era pequeño, con ese importe se podía comprar en la panadería dos facturas (confituras) del día anterior. Pero le habían enseñado el valor que tenía la ofrenda en la casa de Dios y por eso prefería ofrendar esos cinco centavos, y privarse de las dos facturas. Mirando ahora a su alrededor, dentro de la sacristía de la iglesia y rodeado de siervos, reflexionaba cuánto ha crecido la Obra de Dios, gracias a la bendición que también viene con la ofrenda.

Luego contó que una abuela, en la iglesia Boca, tenía dinero para el tranvía. Le alcanzaba solamente para ir al Servicio Divino. Aunque si viajaba en tranvía, no podría ofrendar y además tendría que volver caminando. Entonces la abuela se fue caminando. Cuando llegó a la comunidad, decidió ofrendar todo lo que tenía, y pensó: “Si vine caminando, puedo volver caminando”. Pero finalizado el Servicio Divino alguien se ofreció a llevarla en automóvil. Su conclusión fue: “Vine caminando, ofrendé, estuve en el Servicio Divino, y ahora me voy en auto”.

Concluyendo el emotivo encuentro, el Obispo Guillermo Canessa en representación de todos y con palabras conmovedoras, le entregó al Obispo un arreglo floral.

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