Domingo 23/03/2025
“¿Qué debemos hacer para que el Señor nos libere?”, fue una pregunta que el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider respondió el domingo 23 de marzo, durante el Servicio Divino que realizó en la iglesia San Miguel (Santiago de Chile).
La iglesia San Miguel se ubica en la comuna de la cual toma su nombre. La misma está emplazada en el sector sur de la ciudad de Santiago, capital de Chile. Fue fundada en 1896 y se caracteriza por ser una zona residencial y con poco tránsito por las mañanas. Aunque este domingo sería una excepción.
Junto al Apóstol Mayor, estaban el Apóstol de Distrito Michael Deppner (de República Democrática del Congo Oeste) y el Ayudante Apóstol de Distrito David Devaraj (de India). También el Apóstol de Distrito Enrique Minio (Sud América), los Apóstoles Claudio Videla y Herman Ernst, el Obispo Alejandro Granja y el dirigente de distrito Christian Coderch. Participaron presencialmente 367 invitados. Además, el Servicio Divino fue transmitido en directo a los demás países de habla hispana que componen el área: Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
¡Bienvenidos!
El comienzo del Servicio Divino estaba pautado para las 10 de la mañana. No obstante, ya desde un rato antes decenas de fieles recorrían las calles del barrio. Los primeros en arribar a San Miguel fueron los integrantes del coro de comunidad y un grupo de niños. Media hora antes del inicio del festivo encuentro, la iglesia ya estaba colmada de invitados, con una atmósfera de paz y alegría.
Al llegar a la iglesia, el Apóstol Mayor y su comitiva fueron recibidos por un coro de niños, que obsequiaron el himno “Mi Padre es un Rey”. La primera estrofa fue interpretada en español y la segunda, en inglés. “¡Muchas gracias por esta bienvenida!”, expresó el máximo dirigente de la Iglesia. “Les deseo bendición para el futuro y recuerden que Cristo conoce todas sus cosas y los ama”, agregó, para luego dirigirse a la sacristía.
Confiamos en el Señor
La prédica se basó en el texto bíblico de Salmos 25:20: “Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié”. “Hoy Dios tiene preparada una bendición especial. Creamos que esto es así. El Señor desea fortalecer nuestra fe. Confiemos en su amor”, fue el primer sentir del Apóstol Mayor.
Con relación al pasaje bíblico, se detuvo a profundizar la expresión: “No sea yo avergonzado”. Fue enumerando diversas situaciones en las que podríamos sentirnos avergonzados ante Dios. En primer lugar, cuando reconocemos que Dios hace muchas cosas por nosotros y, sin embargo, continuamos pecando. Otras veces no nos comportamos como hijos de Dios y las personas nos lo hacen saber; esto también genera un sentimiento de culpa y vergüenza. O tal vez pedimos ayuda al Señor, pero luego seguimos con la misma lucha. Podría suceder que las personas se rían de nosotros y nos sintamos mal por eso. En situaciones así, “el Padre celestial nos pide que confiemos en Él. Nos libera de las tristezas, nos limpia del pecado, de la culpa y la vergüenza. De a poco desea acercarnos a la imagen y semejanza de Cristo”, destacó el Apóstol Mayor. Dios quiere liberarnos: transformándonos, perdonándonos y santificándonos.
Para ser liberados por Dios, nosotros debemos comportarnos de la forma correcta. “¿Qué es lo que debemos hacer?”, preguntó el Apóstol Mayor. Debemos:
-Perseverar en el seguimiento.
-Ser humildes y estar plenamente conscientes de que dependemos de la gracia divina. “No podemos merecer la salvación”, dijo.
-Ninguno podrá ser exactamente como Él, pero queremos asemejarnos a Cristo. Por eso cuidamos también nuestra relación con Dios y con el prójimo.
-Estemos atentos a qué es lo más importante en nuestra vida. “Cada vez que algo toma más importancia que el Señor, eso se transforma en un ídolo”, señaló. No busquemos ser aceptados por la sociedad, sino hacer lo que Dios espera de nosotros.
Finalmente, cuando Cristo retorne, seremos completamente liberados del mal.
Continuaron con la prédica el Apóstol de Distrito Michael Deppner y el Ayudante Apóstol de Distrito David Devaraj.
Despedida
“Fue una gran alegría y bendición experimentar este Servicio Divino junto a ustedes. Podrán pensar que digo esto cada vez, y tienen razón. Pero también es verdad que cada domingo lo vivo de esta manera”, expresó el Apóstol Mayor, después de la oración final. Luego el coro despidió a todos los invitados con una bella interpretación musical.
Próximo paso: Tierra del Fuego
El martes 25 de marzo, por la noche, el Apóstol Mayor presidirá un Servicio Divino en la iglesia Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego (Argentina). Los invitamos a seguir todas las novedades a través de nuestros medios.