Lunes 31/07/2023
Este domingo, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Obispo Alejandro Granja. Estuvo acompañado en el servir por el Dirigente de Distrito José Luis Navarro.
Podemos acceder a un extracto de la palabra haciendo clic en:
Resumen
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Servicio Divino de palabra – 30 de julio de 2023
Tema: Anunciar el alegre mensaje
Mensaje: Nos alegra cuando volvemos a encontrar algo que habíamos perdido y compartimos esta buena nueva con el prójimo.
Texto bíblico: Lucas 15:8-9: “¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido”.
En el capítulo 15 de Lucas se narran tres parábolas: la de la oveja perdida, la del hijo pródigo y la que forma parte de la cita bíblica de este Servicio Divino, la moneda perdida. Leer los primeros dos versículos de este capítulo nos ayuda a entender mejor las parábolas, ya que allí se menciona el contexto en que fueron pronunciadas. Publicanos y pecadores se había reunido para escuchar a Cristo. Pero los fariseos no estaban de acuerdo con el trato que Jesús tenía hacia esas personas que la sociedad despreciaba. Por este motivo, Cristo cuenta estas tres historias para explicar que Dios no abandona al pecador perdido, sino que lo busca y que esto genera alegría en Él y en los seres humanos.
Alegría al encontrar lo perdido
En el pasaje bíblico de este día, una mujer buscaba con mucho empeño una dracma que se le había perdido. Como ella era pobre, era importante encontrarla. Para ello encendió una lámpara, barrió toda la casa y “buscó con diligencia”. Finalmente encontró la moneda y su alegría fue inmensa. “Aunque le quedaban otras nueve, la moneda perdida era muy valiosa para la mujer”, señaló el Obispo.
Jesús utiliza esta historia para explicar la relación de Dios con nosotros. “La dracma perdida es el pecador que se aleja del Señor. No obstante, el Padre celestial hace todo lo posible para encontrar a aquellos que se han distanciado porque quiere tener comunión eterna con todos”, expresó el siervo. Para ello ha enviado a su Hijo. Cristo es misericordioso y desea encontrar a todos los perdidos. Es un consuelo saber que la búsqueda del Padre celestial nunca termina.
Buscar a Dios
La parábola también nos enseña que debemos buscar a Dios. Si colocamos todo nuestro esfuerzo en hacerlo, entonces podremos encontrarlo. Para esto necesitamos estar dispuestos a ser encontrados por el Señor y a realizar una sincera introspección, confesarnos como pecadores, orientarnos hacia Dios y arrepentirnos. “Esto alegra a nuestro Padre celestial”, manifestó el Obispo.
Aquellos que busquen al Señor de esta forma, experimentarán que han sido creados a su imagen y que siempre se puede recomenzar. “Cuando encontramos al Señor, nuestra vida ya no es la misma”, manifestó el siervo.
Invitación a compartir la alegría
Después de encontrar la moneda perdida, la mujer corrió hacia sus amigas y vecinas para contarles la buena noticia. Hay personas que se han perdido a sí mismas o que ya no confían en Dios. De ellas nos queremos ocupar y buscarlas, para invitarlas a participar de nuestra alegría. Les podemos contar lo que tenemos, compartir las riquezas que vivimos en la casa de Dios. Digámosles que el Señor las ama y también las está buscando.
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