Dios nos asiste

Martes 09/05/2023

En el marco de la visita del Apóstol de Distrito Enrique Minio a diferentes comunidades de Brasil, el viernes 5 de mayo, acompañado por los Apóstoles José Bonaite y Reinaldo Milczuk, realizó un Servicio Divino para 60 invitados en la iglesia Barrinha (San Pablo).


Barrinha es uno de los municipios que compone el estado de San Pablo. Está ubicado a unos 360 kilómetros de la capital estadual y es de fácil acceso gracias a las autopistas que rodean a esta parte del territorio brasilero. El mes pasado, la comunidad nuevoapostólica que allí funciona celebró el 40º aniversario de su inauguración.

El Apóstol de Distrito, junto a los Apóstoles de Brasil, recorrieron varios kilómetros en automóvil para llegar a la iglesia. Allí el Servicio Divino sería celebrado el viernes a las 20, un día y horario poco habitual para los hermanos y hermanas locales, ya que suelen congregarse los domingos por la mañana.

En septiembre de 2018, el Apóstol de Distrito Minio había participado de un Servicio Divino junto al que, en ese entonces, estaba a cargo del área, el Apóstol de Distrito Raúl Montes de Oca (actualmente en descanso). Ahora era la primera vez que la visitaba en su actual encargo.

En la puerta de la iglesia Barrinha esperaba el Primer Pastor Rodolfo Musha, dirigente de la comunidad. Con alegría dio la bienvenida a los siervos invitados. Juntos se dirigieron a la sacristía y compartieron los minutos que antecedían al comienzo de la festiva hora.

La prédica se basó en el texto bíblico de Marcos 1:11: “Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”. “Queremos cuidar especialmente nuestra relación con el Padre celestial, porque Él desea ayudarnos de la misma forma que asistió a Jesús”, expresó el Apóstol de Distrito en el inicio de su servir. A continuación, el siervo exhortó a que podamos buscar constantemente la comunión con Dios. “Él es nuestro camino. Si queremos experimentar su ayuda, miremos a Jesús”, agregó.

Luego de los aportes musicales del coro, los Apóstoles Bonaite y Mikczuk y el dirigente de la comunidad, compartieron un aporte a la prédica.

Finalizada la hora, los Apóstoles se acercaron al ingreso de la comunidad para despedir a cada hermano y hermana. Los siervos de Barrinha estaban muy felices, no solo por el encuentro vivido, sino también porque nueve almas conocieron la Iglesia ese mismo día.

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