Lunes 03/04/2023
Este Domingo de Ramos, el Servicio Divino de palabra fue realizado por el Obispo Luciano Frisardi. Lo acompañó en el servir el Evangelista de Distrito Marcelo Chiappori.
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Servicio Divino de palabra – Domingo 2 de abril de 2023
Primer domingo | Domingo de Ramos
Mensaje: Jesucristo es Rey y trae la justicia de Dios.
Texto bíblico: Juan 12:15-16: “No temas, hija de Sion; he aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna. Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho”.
Lectura de la Biblia: Lucas 19:28-40
Este domingo recordamos la entrada de Jesús en Jerusalén. Allí fue recibido por una multitud que lo veneró como un rey. Pero luego todo cambió. “Es que Jesucristo no venía a fundar ningún reinado humano…”, explicó el Obispo al inicio de su prédica.
Jesús trae el reino de Dios
Cristo explicó que su reino no era de este mundo y que su potestad no se manifestaba en el poder humano. Sin embargo, sus discípulos no habían comprendido completamente lo que Él les decía. Recién cuando Jesús murió en la cruz y resucitó, entendieron las palabras que estaban escritas sobre Él.
El verdadero poder del reinado de Cristo fue el amor de Dios, que se materializó en su figura. A partir de este amor divino, Cristo se sacrificó y venció al pecado. Este amor que cada uno de nosotros recibe, no ha cambiado y es eterno. “Jesús nos ofrece algo mucho más valioso que cualquier bien material: la salvación de nuestra alma”, señaló el siervo.
Jesús trae la justicia de Dios
En su paso sobre la tierra, Cristo representó la justicia divina y obró en consecuencia. El amor y la gracia son parte de esta justicia. A través del sacrificio de Cristo, la humanidad obtuvo el camino a la comunión con el Padre celestial. “Este acto de amor nos permite ser justificados”, afirmó el Obispo.
Cristo es Rey y Señor en su Iglesia. Nuestra misión es poner en práctica su voluntad y demostrar su justicia con nuestras acciones. Esto se manifiesta, por ejemplo, en la dedicación, en la ayuda y tolerancia que mostramos al prójimo. “Qué hermoso que podamos tomarnos el tiempo para asistir a los demás y llevarles el amor de Jesús. No nos cansemos de hacer el bien”, aconsejó el siervo.
Jesús es vencedor
Luego de su ingreso a Jerusalén, aquella multitud que había recibido a Cristo con júbilo, rápidamente se alejó de Él. Esperaban algo distinto, como quedar libres de los romanos o restaurar el estado de Israel.
Tengamos la certeza de que, aunque el mal despliegue todo su poder, nunca podrá poner en duda ni alterar el reinado de Jesucristo. Él regresará para llevar a su pueblo y erigirá el reino de paz para que los seres humanos de todos los tiempos puedan experimentar el amor y la justicia de Dios.
“Podrán pasarnos muchas cosas durante nuestra vida, pero nada puede quitarnos un futuro eterno junto a nuestro Padre. Hay un camino a recorrer y queremos tener siempre en claro la meta”, exhortó el Obispo sobre el final de la hora.
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