Dos visitas y una tarea especial

El fin de semana del sábado 14 y domingo 15 de enero, dos comunidades de la provincia de Buenos Aires -Villa Lía y San Antonio de Areco- compartieron por primera vez el Servicio Divino junto al Apóstol Pablo Basso.

Las iglesias están ubicadas en el partido de San Antonio de Areco, a unos 130 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Este municipio es conocido como la ciudad de la tradición y el folclore. Hasta aquí llegó el Apóstol Pablo Basso para visitar a los hermanos y hermanas de las comunidades Villa Lía y San Antonio de Areco.

El sábado 14, por la tarde, ofició en Villa Lía. “Nos hemos preparado con amor para recibir al Apóstol. Durante los días previos, vivimos momentos de estrecha comunión”, relataban hermanos y hermanas locales.

El texto bíblico utilizado ese día fue parte de Mateo 28:20: “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Con relación a la cita de la Biblia el Apóstol afirmó que “nada ni nadie puede impedir que Cristo esté con nosotros cada día”. Terminado el Servicio Divino, el Apóstol y la comunidad compartieron una merienda y conversaron unos momentos.

Pleno sol y elevada temperatura caracterizaron a la mañana del domingo 15, en la ciudad de San Antonio de Areco. La iglesia -recientemente inaugurada por el Apóstol de Distrito, el 25 de diciembre del 2022- lucía radiante y los fieles esperaban el encuentro con el Apóstol con entusiasmo.

Parte de Josué 24:15 fue el texto bíblico utilizado para la prédica: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. “¿Cuál es la primera forma para a servir a nuestro Padre?”, preguntó el siervo. “Estar presente en los Servicios Divinos, porque aquí Él obra en nuestro corazón”, respondió de inmediato el Apóstol.

“Me he sentido como en casa”, mencionó el siervo, con una gran sonrisa. “Antes de terminar, les dejo una tarea: que podamos ver en el otro, un alma a la que Dios también quiere salvar”, expresó sobre el final de la hora.