Velemos, seamos sobrios y animémonos unos a otros

Lunes 05/12/2022

Ese fue el mensaje del Servicio Divino dominical, que por transmisión fue realizado por el Apóstol Néstor Manzelli. Estuvo acompañado en el servir por el Dirigente de Distrito Martín de Césare.


Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:

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Segundo Adviento
El Apóstol Pablo exhortaba a los tesalonicenses a prepararse para el retorno de Cristo. Este consejo es válido también para nosotros. Es por ello que no queremos perder tiempo en cosas que no contribuyen a nuestra salvación. Pongamos atención a lo que el Espíritu Santo nos dice. “Sabemos que el Señor viene y no tenemos dudas sobre ello”, reafirmó el Apóstol en el inicio del Servicio Divino.

Velemos
El hecho de haber sido bautizados y sellados, de asistir a los Servicios Divinos y traer nuestras ofrendas, no nos da automáticamente acceso a la salvación. Para alcanzarla necesitamos experimentar una verdadera transformación interior. Para esto, el vínculo con Jesucristo debe ser nuestra máxima prioridad.
Podemos luchar contra el cansancio espiritual sacando fuerzas de la palabra, la Santa Cena, la comunión con los hermanos y las oraciones. Tomémonos el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestra preparación. “Si le damos lugar al Espíritu Santo, nos hablará. De esto se trata velar y prepararnos”, destacó el siervo.

Seamos sobrios
Hoy también recibimos la exhortación de ser sobrios. Es decir, podemos disfrutar de los placeres de la vida sin que estos dañen nuestra preparación espiritual. Cuando estamos sobrios podemos apreciar las cosas correctamente sabiendo que Jesús es más grande que cualquier necesidad.
Por otra parte, queremos vencer al mal con el bien. Lo realmente peligroso para nuestra salvación no es lo que nos hace el prójimo, sino la forma en que nosotros respondemos.

Animémonos y edifiquémonos unos a otros
El Apóstol Pablo también indicó a los tesalonicenses que era importante animarse mutuamente. Si bien no vamos a poder quitar las penas de nuestro prójimo, podemos acercarnos para orar juntos y ayudarlo a conservar la confianza en Dios. “En nuestras comunidades podamos acompañarnos y alentarnos mutuamente”, agregó el Apóstol. También es importante que podamos desterrar de nuestras conversaciones al mal, que busca destruir todo lo que viene de Dios.
“Permanezcamos en el amor de Dios y dejémonos guiar por su palabra”, exhortó el siervo sobre el final de la hora.

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