Lunes 07/11/2022
Este fue mensaje del Servicio Divino dominical que por transmisión fue realizado por el Apóstol Claudio Videla. Además, estuvo acompañado en el servir por el Evangelista de Distrito Jorge Kouyoudjian.
Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra – Domingo 6 de noviembre de 2022
Tema: Servicio Divino en ayuda para los difuntos
Mensaje: Alzamos la mirada a Jesús, el Redentor.
Texto bíblico: Salmos 121:1-2: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.
Los montes eran utilizados en el Antiguo Testamento como un lugar en el cual los seres humanos podían encontrar a Dios. Allí el Señor se manifestaba. Moisés, por ejemplo, se dirigió a un monte para recibir los Diez Mandamientos. Asimismo, el templo en Jerusalén fue construido sobre una colina. Fue en un monte donde Jesús anuncio la ley del reino de Dios. “Sin embargo, en el pasaje bíblico de este domingo, el salmista afirma que la ayuda y la salvación no están en los montes, sino en el Señor”, explicó el Apóstol al inicio del Servicio Divino de palabra.
¿Dónde podemos encontrar socorro?
Esta es una pregunta que cada día es realizada por muchas personas. Cuando no sabemos cómo manejar ciertas situaciones, buscamos de inmediato el auxilio. En el más allá, muchos difuntos también tienen este interrogante. Durante su paso por la tierra, no han encontrado la ayuda y, al parecer, su situación no tiene salida.
La ayuda viene de Dios
Tenemos la convicción y anunciamos que Dios, el todopoderoso, quiere ayudar a todos los seres humanos. La muerte no es un obstáculo para la redención del alma. El Señor cuida de cada persona, forma parte de su vida y desea que todos puedan alcanzar la salvación. Ella no consiste simplemente en ponerle fin al sufrimiento o compensar el mal que recibimos. Es mucho más que eso. La meta del Padre celestial es llevarnos a la comunión eterna con Él.
“A veces llevamos una cruz tan pesada que nos dificulta poder creer. No obstante, Jesús igualmente viene a nosotros para sacarnos de ese lugar. En esos momentos también queremos alzar nuestra mirada a Él”.
Elevar la mirada a Dios
Para alcanzar la salvación, tenemos que colocar nuestra mirada en Jesús. “Él quiere acercarnos a la comunión con el Padre celestial”, subrayó el siervo. De esta forma demostramos nuestro santo temor a Dios y reconocemos que somos dependientes de su gracia.
Tanto aquí como en el más allá, somos exhortados a “alzar los ojos” a Cristo. “Si creemos en Él, oímos su palabra y recibimos los Sacramentos, podremos ser liberados del mal y tendremos acceso a la vida eterna”, afirmó el Apóstol sobre el final de la hora.
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