"Dios gobierna en su Iglesia y en nuestro interior"

Lunes 26/09/2022

Bajo este mensaje se desarrollaba el Servicio Divino dominical, que por transmisión fue realizado por el Obispo Sergio Pereira. Lo acompañó en el servir por el Evangelista de Distrito Sergio Maya.


Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:

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Servicio Divino de palabra – 25 de septiembre de 2022

Tema:
Vida cristiana

El reino de Dios se hace visible

Texto bíblico:
Parte de Lucas 11:2: “Venga tu reino.”

Mensaje: Dios gobierna en su Iglesia y en nuestro interior.

Los Servicios Divinos del mes de septiembre han estado bajo una temática: “vida cristiana”. Y eso es lo que nosotros queremos ir adquiriendo con el paso del tiempo, para que nuestra fe no sea teórica sino una fe práctica y para que, como discípulos de Jesucristo, nos vayamos apropiando de sus enseñanzas. Porque deseamos que cuando Él venga nos pueda tener por dignos.
Este versículo bíblico del Evangelio de Lucas es algo muy conocido por todos nosotros. Es una parte del Padre Nuestro: “Venga tu reino”. Por un lado, se trata de ese reino futuro que queremos habitar cuando Cristo retorne. Porque cuando el Hijo de Dios vino a la tierra, nos trajo la posibilidad de ser salvos, de ser redimidos del poder del mal, del pecado. Cuando uno pronuncia entonces “venga tu reino”, estamos expresando el deseo de que Jesucristo cumpla la promesa y nos pueda llevar con Él para siempre.

Pero también es expresión del reconocimiento de que con Jesucristo se acercó el reino de los cielos a los seres humanos. Y así como en aquel tiempo, hoy también es necesario que podamos reconocer que ese reino de los cielos está entre nosotros y en el seno de la comunidad.
El obrar del Espíritu Santo nos manifiesta la voluntad del Señor y sus enseñanzas. También allí uno puede percibir al reino de los cielos. Entonces ya no es una suposición ni solo un anhelo. Cuando Cristo venga, si somos hallados dignos podremos disfrutar de la perfección del reino de los cielos pero ya ahora lo queremos disfrutar, entre nosotros, con nuestro hermano, con nuestra hermana.

Luego queremos también mostrarlo a nuestros contemporáneos. Porque Dios quiere que todos los seres humanos vengan al conocimiento de la verdad y sean salvos. Jesucristo realizó su sacrificio por todos. Queremos servir al Señor mostrando que el reino de los cielos es una realidad. Para eso hemos de trabajar en nuestro corazón la palabra que inspira a Dios a través del Espíritu Santo en los Servicios Divinos y con nuestro andar en la vida cotidiana ser un testimonio de que Cristo vive en nosotros. Mostrar a Cristo a través de nuestras obras y de
nuestro hablar.

Cuando oramos “venga tu reino”, reconocemos que Jesús nos quiere salvar y conducir a su a su reino. Que nuestra primera petición pueda ser siempre por la salvación de nuestra alma, para alcanzar fieles el día del Señor y para ser de esos colaboradores que ayudan al prójimo. Queremos ayudarles como también deseamos que nos ayuden a nosotros.

Todos tenemos que convivir y lidiar en nuestra existencia con el dolor, el sufrimiento, la desazón, la incertidumbre y también con la muerte. Pero todo esto un día ya no va a ser más, cuando podamos vivir en eterna comunión con Dios. Alcanzarlo es un desafío. Nuestro modelo es Cristo. Como Él, queremos:
-Actuar y hablar con comprensión y amor, orando unos por otros.
-Poner todas las cosas bajo de la voluntad de Dios y de la enseñanza de Jesucristo.
-Tener paciencia en el cumplimiento de su promesa y unos con otros.
-Tener confianza.

Que nos podamos seguir ocupando del reino de los cielos, ocupándonos de aquellas cosas que Dios nos va regalando en su casa, llevándolas al corazón, trabajando en nuestra alma. La venida del Señor cada día se acerca. “Venga tu reino” significa que esperamos el reino futuro que nuestro Padre nos va a regalar pero también es una referencia a que el reino de los cielos tiene que ser presente y vivir en cada uno de nosotros. En nuestra vida cotidiana queremos mostrar el reino de los cielos a nuestros contemporáneos. Y para eso tenemos que desarrollarnos y crecer, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

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