Lunes 25/07/2022
"Dios enjuga las lágrimas de quienes lo aman", fue el mensaje del Servicio Divino dominical, que por transmisión fue realizado por el Apóstol Pablo Basso. Compartimos un resumen.
Podemos acceder a un extracto de la palabra, haciendo clic en:
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Servicio Divino de palabra – domingo 24 de julio de 2022
Tema: Preguntas de Dios al ser humano
¿Por qué lloras?
Texto bíblico: Juan 20:13: Y le dijeron: ¿Mujer, por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
Mensaje: Dios enjuga las lágrimas de quienes lo aman.
María Magdalena se convirtió en una de las discípulas más fieles de Cristo luego de haber sido sanada por Él. Lo acompañó a todos lados e incluso estuvo presente en el momento de su muerte. El texto bíblico del día hace referencia al instante en que ella descubre que el sepulcro estaba vacío. Por este motivo, llora desconsoladamente. De inmediato Jesús se le acerca y le pregunta por qué lloraba. A continuación, le pide que avise a sus hermanos que subiría al Padre.
El desvelo de Jesús
La pregunta “¿Por qué lloras?” no era un reproche de Cristo, todo lo contrario. Jesús manifestaba así su desvelo y preocupación por lo que estaba pasando María Magdalena. “El Señor demostraba el deseo de poder acompañarla en esa tristeza que estaba viviendo”, agregó el Apóstol.
Asimismo, Cristo conoce cada una de nuestras situaciones, se ocupa de ellas y comparte el dolor que nos producen. Hoy nos hace esta misma pregunta y con ello busca fortalecer nuestro vínculo con Él. Queremos perseverar en ello porque el Señor se ocupa de aquellos que le aman. “Podemos experimentar al Señor mediante experiencias, palabras, encuentros o pensamientos. Dios se sienta a nuestro lado, siempre y cuando se lo permitamos”, destacó el siervo.
Jesús nos consuela
Cuando Pedro negó a Cristo y volvieron a encontrarse, Jesús tampoco le reprochó su accionar. Luego de su resurrección, lo siguió considerando su hermano.
Todos podemos cometer pecados, pero queremos arrepentirnos porque esto es una muestra de nuestro amor a Jesús. El arrepentimiento nos abre el camino al perdón y, a través de ello, Cristo con consuela. “Es hermoso saber que, a pesar de todos nuestros errores, El Señor se detiene para consolarnos y perdonarnos”, subrayó el Apóstol.
Jesús nos ama
Procuremos tener la misma actitud que María Magdalena y así permanecer firmes en el amor de Cristo. Confiemos siempre nuestras preocupaciones al Señor, Él mismo enjugará las lágrimas de quienes lo aman.
Por otra parte, el amor de Cristo nos impulsa a estar cerca de nuestros hermanos y hermanas, para compartir los momentos de tristeza y alegría. Si podemos alegrarnos junto con ellos, también seremos capaces de participar de sus desdichas sin quebrantarnos por estas cargas. “Seamos una fuente de amor para nuestro prójimo”, exhortó el Apóstol sobre el final de la hora.
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