Contamos con la fuerza de Dios

Jueves 07/07/2022

El primer fin de semana de julio, el Apóstol Néstor Manzelli visitó dos comunidades en la provincia argentina de Misiones. En cada una de ellas, junto a los hermanos y hermanas locales, celebró el Servicio Divino en ayuda para los difuntos.


Montecarlo
El primero de estos festivos encuentros se llevó a cabo el sábado 2 de julio en la iglesia Montecarlo. La comunidad está ubicada en la localidad de la cual toma su nombre, geográficamente situada en el centro de Misiones. El próximo año celebrará su 60 aniversario.
La felicidad de la comunidad se había expresado durante los días previos, ya que muchos de sus miembros colaboraron en distintas tareas con el objetivo de prepararla para la recepción del Apóstol. “Estamos ansiosos por recibir por primera vez a este siervo”, expresaban algunos hermanos.
El Apóstol basó su servir en el texto bíblico de Marcos 6:34: “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas”. En total fueron 74 los invitados que compartieron el Servicio Divino, tres de ellos conocieron nuestra Iglesia ese día.

Eldorado Km 9
A poco más de 100 kilómetros de las reconocidas Cataratas del Iguazú podemos encontrar otra importante localidad de Misiones: Eldorado. Una de las particulares características es que se divide en kilómetros y zonas (Este y Oeste). Su condición de ser la última ciudad antes de llegar a las Cataratas la convierte en un lugar de paso obligado para muchos turistas.
Hasta aquí llegó el Apóstol Manzelli el domingo 3, para compartir el Servicio Divino en ayuda para los difuntos junto a 132 hermanos y hermanas de la comunidad Eldorado Km 9.
En esta oportunidad, la palabra se basó en el texto bíblico del día, Isaías 26: 1-3: “En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.
“Para poder alcanzar la salvación de nuestra alma es fundamental que podamos decidirnos por nuestra fe y aceptar el ofrecimiento de la gracia divina. Para lograrlo, contamos con la fuerza de Dios”, destacó el siervo durante su prédica.
“Ha sido una gran alegría para mí estar aquí presente”, expresó el Apóstol antes de emprender el retorno hacia su hogar. Los invitados retribuyeron con entusiasmo este hermoso sentir.

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