Cristo, el Señor de nuestra vida

Lunes 25/04/2022

Bajo este mensaje se pudo vivir el Servicio Divino dominical del 24 de abril, que por transmisión fue oficiado por el Apóstol Guillermo Canessa, junto al Obispo Leonardo Berardo. A continuación, un resumen de su prédica.


Podemos acceder a un extracto del Servicio Divino de palabra haciendo clic en:

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Servicio Divino de palabra – Domingo 24 de abril de 2022

Tema:
Tiempo posterior a Pascua

Cristo, el Señor de nuestra vida

Texto bíblico:
Parte de 1 Pedro 3:15; “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa.”

Mensaje: Orientamos nuestra vida hacia Jesucristo.

La palabra del día correspondía al Apóstol Pedro en un contexto difícil en la vida de los cristianos del primer tiempo, donde estaban bajo la esclavitud de los romanos. El Apóstol les lleva una palabra de consuelo, de fortaleza y de orientación. El Señor siempre nos quiere orientar espiritualmente, nos quiere regalar la posibilidad de ser verdaderos hijos de Dios en todos los aspectos de nuestra vida. Y esto es una lucha constante.

El Evangelio, la enseñanza de los Apóstoles, tiene que ser en nosotros una forma de vida. Tenemos que obrar como hijos de Dios, en base a lo que nuestro Padre nos enseña. Vamos adaptando nuestra vida a lo que Cristo nos enseña. A veces se nos cruza el pensamiento de “todos lo hacen”, “si yo lo hago nadie se da cuenta o no pasa nada”. Pero Dios nos quiere llevar a reconocer que nos estamos preparando para un reino eterno donde el mal no entra, no tiene cabida. Por eso nos tenemos que ir preparando y que Cristo sea el Señor de nuestra vida.

Esto significa que hacia Él tenemos que orientar nuestra vida. Tenemos que transitar el camino mirándolo a Él, que es nuestro ejemplo. Como dice el lema de este año, “juntos en Cristo", porque Él nos unifica, nos prepara, nos va regalando claridad espiritual para que lo comprendamos y aprendamos a honrar a Dios con nuestra vida, no solo con nuestras palabras sino también con nuestros actos, en todos los ámbitos de nuestra vida.

Tenemos que esforzarnos cotidianamente en orientar nuestra vida hacia Jesucristo. Ese es el mensaje para este día. Orientamos nuestra vida hacia Jesucristo, para que podamos vivirlo con los cinco sentidos:
-Con la vista: elevamos nuestra mirada hacia Jesucristo. Miramos su ejemplo en el amor, en la misericordia, en su naturaleza.
-Con los oídos: escuchamos su palabra, porque la fe viene por el oír de la palabra. Queremos prestarle atención, para poder orientamos correctamente
-Con el gusto: además de gustar la palabra como el alimento para nuestra alma, en el Servicio Divino podemos gustar el cuerpo y la sangre de Jesucristo cuando tomamos dignamente la Santa Cena. Tiene que ser una necesidad de nuestra alma, porque sabemos que nos trae la posibilidad de redención y la comunión con el Seños, nos fortalece.
-Con el sentido del tacto: se trata de percibir la presencia de Dios en nuestra vida, percibir su amor y misericordia. Percibir que Cristo está presente con nosotros todos los días de la vida.
-Con el olfato, en el sentido del “aroma” agradable que se debe desprender de cada uno de nosotros como hijos de Dios. Y también nos permite percibir las cosas buenas en el prójimo.

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9). Que podamos obrar en el amor que Dios nos regaló y ser una carta legible de Cristo. Es un trabajo permanente: llevar el Evangelio de cristo en nuestra vida. Para ello, orientamos nuestra vida hacia Jesucristo, en todos los sentidos y todos los días.

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