Un viaje color rubí

Desde el miércoles 13 al domingo 17 de abril, el Apóstol de Distrito Enrique Minio, acompañado por los Apóstoles José Bonaite y Reinaldo Milczuk, visitó comunidades en Brasilia y San Pablo (Brasil). En cada una de ellas realizó Servicios Divinos y se vivieron encuentros de alegría con los hermanos y hermanas del lugar.

No ha pasado tanto tiempo desde que Brasil se unió a la Iglesia regional Sud América. El Apóstol de Distrito de a poco fue visitando distintas comunidades de este país. Sin embargo, la pandemia fue un obstáculo difícil de superar, dejando en suspenso los viajes por un largo periodo. Es por ello que este programa de actividades sería todo un desafío: seis Servicios Divinos en cinco días y muchos kilómetros a recorrer en dos de los estados brasileros más importantes.

Gama
El miércoles 13 por la noche, el Apóstol de Distrito ofició en la iglesia Gama. La comunidad está ubicada en el estado de Brasilia, el distrito federal del país. Participó también el Apóstol Bonaite.
La prédica se basó en el texto bíblico de Salmos 24:7-8. “Queremos abrir nuestro corazón para recibir al Señor. Para ello debemos mantener la comunión y velar por que Cristo sea nuestro mayor tesoro”, expresó el Apóstol de Distrito a los 28 invitados que se congregaron.

Santana
El jueves por la mañana, el Apóstol de Distrito viajó a San Pablo para realizar un Servicio Divino en la iglesia Santana. Los 30 fieles que se reunieron aquí pudieron disfrutar además del servir de los Apóstoles José Bonaite y Reinaldo Milczuk.
Para esta hora se utilizó el pasaje bíblico de Juan 19:30. “A través de su sacrificio, Cristo nos dio acceso a la salvación. Queremos seguir su camino y retribuir todo el amor que nos da”, expresó el Apóstol de Distrito, entre otros conceptos.

Santo André y São Bernardo
En Viernes Santo el Apóstol de Distrito, también junto a los Apóstoles, realizó dos Servicios Divinos. En primer lugar, ofició en Santo André. Por la noche, lo hizo en São Bernardo. Ambas comunidades se ubican en el estado de San Pablo. Los textos bíblicos en los cuales se basó la prédica fueron Juan 15:13-14 e Isaías 53:10, respectivamente.
En Santo André, luego de celebrar la Santa Cena con la comunidad, el Apóstol de Distrito invitó al Apóstol Bonaite y a su esposa, Edna, a pasar frente al altar para recibir la bendición por sus bodas de rubí. Los 67 invitados que estuvieron presentes los saludaron con muestras de amor.
Unas horas después, 33 hermanos y hermanas de la comunidad São Bernardo, compartieron el Servicio Divino junto a los Apóstoles. “No permitamos que el mal sea un impedimento para llegar a la comunión con el Señor. Queremos alcanzar la salvación permaneciendo fieles, perdonando al prójimo y sirviendo a Dios”, manifestó el Apóstol de Distrito durante la hora celebrada.

Rio das Pedras
Los 200 kilómetros que separan a Santo André de Rio das Pedras fueron el trayecto que los Apóstoles recorrieron el sábado para visitar a los hermanos de esta comunidad. En total 24 fieles los esperaban con entusiasmo.
La prédica estuvo basada en el texto bíblico de Juan 2:19 y 22. “Ahora que pude conocerlos, va a ser más sencillo orar por cada uno de ustedes”, dijo el Apóstol de Distrito al inicio de la hora. “Para continuar en el camino, debemos ayudarnos unos a los otros”, aconsejó el siervo durante su servir.

Santa Clara
El Apóstol de Distrito celebró el último Servicio Divino de su itinerario en la comunidad Santa Clara (San Pablo). Colosenses 3:1-2 fue el texto bíblico base para la prédica del día. La asistencia fue de 49 invitados. “Queremos crecer a la imagen de Cristo. Para lograrlo debemos mirar hacia arriba, a lo que es lo más importante, el día del cumplimiento de la promesa”, expresó el siervo a los hermanos congregados.
Asimismo, en el marco de la hora celebrada, el Apóstol Reinaldo y su esposa, Denilse, recibieron la bendición de bodas de rubí, al haber llegado ellos también a sus 40 años de matrimonio.
“De esta forma pudimos disfrutar con mucha alegría la visita de nuestro amado Apóstol de Distrito, durante los días de Semana Santa los cuales fueron una fiesta espiritual”, expresó el Apóstol Bonaite. Un sentir que engloba todo lo vivido.