Lunes 28/03/2022
"Dios nos ha elegido para servir". Así era el mensaje de este domingo. El Servicio Divino de palabra fue realizado por el Obispo Fernando Mendá, acompañado en el servir por el Anciano de Distrito Daniel Garín.
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Servicio Divino de palabra – 27 de marzo de 2022
Tema: Tiempo de pasión
Llamados a servir
Texto bíblico: Marcos 10:45: “...porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Mensaje: Dios nos ha elegido para servir.
Los Servicios Divinos de este mes tienen como eje temático el tiempo de la pasión de Cristo, un tiempo de reflexión y preparación para vivir esa semana tan especial que es la Semana Santa.
Esta palabra de hoy es del Señor Jesucristo y está dicha en un contexto muy especial. Jesús se dirigía hacia Jerusalén y llamó a sus discípulos, hablándoles de lo que iba a pasar. Les habla de su muerte y resurrección.
Luego de esta declaración tan dramática, podríamos decir, se le acercan dos discípulos, Jacobo (también llamado Santiago) y Juan, que le piden que cuando venga su gloria en su reino puedan estar sentados a su derecha e izquierda, es decir, algún tipo de lugar privilegiado. El Señor entonces les explica que eso no es posible, que se trataba de la gracia de Dios. Y les menciona que además de la gracia también es necesario realizar una tarea: servir. No se trata entonces de estar primeros sino de ponerse a disposición, sirviendo a Dios y al prójimo. Como dice el mensaje para este día, Dios nos ha elegido para servir.
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir”. Pero no se trata de estar sometido a una jerarquía o una subordinación, sino de poder contribuir al bienestar de los demás, de proveer a las necesidades del otro, en especial las necesidades espirituales.
Se trata de ocuparse y ayudar a otros. En esto, Jesucristo es nuestro ejemplo. Él sirvió con obediencia y entrega al Padre, con humildad y en permanente comunión con la voluntad divina. A su vez, como ser humano nos ha mostrado que es posible atravesar las circunstancias y las situaciones tomados de la mano de Dios.
Cristo vino para traer la salvación a toda la humanidad y se dedicó a velar por las necesidades espirituales de cada uno. Venció al mal y a la muerte, hizo su sacrificio voluntariamente, muriendo en la cruz, entregando su vida por amor a otros, llevando ese amor y ese servicio hasta las últimas consecuencias.
Vino también a mostrar la verdadera naturaleza de Dios: un Dios de amor, de misericordia, de gracia, lleno de bondad, que perdona y no castiga, que está cerca de cada uno de los seres humanos que lo escuchan.
En su servir, Cristo no buscaba una, no buscaba obtener algo a cambio. Nos enseña que más bienaventurado es dar que recibir.
Ese es nuestro camino a seguir, incorporando en nosotros cada día más su naturaleza, su esencia. También a través del perdón, ¡cuántas veces nos ha perdonado! Nos perdona y nos sigue sirviendo.
De modo que esa elección que ha recaído sobre los hijos de Dios tiene un propósito y es justamente poder servir, viviendo el Evangelio, siendo creíbles, confesando a Cristo con nuestra vida. Llamando a otros a conocer a Cristo, ocupándonos de las necesidades espirituales, escuchando y respetando, acercándonos, comprendiendo, siendo empáticos. Esto también es válido dentro de la comunidad. Allí también nos servimos unos a otros para la mutua edificación.
Y cuando se produzca el milagro maravilloso de la primera resurrección podremos volver con Cristo y seguir sirviendo junto a Él.
Así, juntos en Cristo, sirviéndonos unos a otros nos dirigimos hacia la meta de nuestra fe, preparándonos para ese maravilloso encuentro con el Señor.
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