Lunes 07/02/2022
"El seguimiento a Cristo es necesario para ser primicias", fue la premisa del Servicio Divino de palabra realizado por el Apóstol Herman Ernst. Estuvo acompañado en el servir por el Anciano de Distrito Enrique Rizzardini.
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Servicio Divino de palabra – 6 de febrero de 2022
Tema: El camino con Jesús
Llamados para ser primicias
Texto bíblico: Apocalipsis 14:1: “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.”
Mensaje: El seguimiento a Cristo es necesario para ser primicias.
Numeroso, pero limitado
La palabra del día está basada en un pasaje del libro de Apocalipsis. Aquí, Juan ve la comunión de los elegidos con Cristo, después de su regreso a la tierra. La cifra de 144.000 que él menciona no debe ser entendida en forma literal. Es un número simbólico que hace referencia a las 12 tribus de Israel, en aquel entonces el pueblo elegido.
“Hoy tú y yo estamos frente al altar. Dios mismo ha previsto esto porque quiere que podamos ser contados entre sus primicias. Un número que es alto, pero también limitado”, expresó el Apóstol Ernst al inicio de su prédica.
La elección divina es una gracia de Dios. No podemos acceder a ella por nuestros propios méritos. “Es un efecto del amor inconmensurable del Padre celestial”, afirmó el Apóstol.
La elección
Asociado a nuestra elección para participar del retorno de Cristo está el hecho de poder convertirnos en primicias. Es decir, llevar el cuerpo de resurrección que posee Cristo hoy. “De esta forma podremos ser tal como Él es y así, estar en comunión eterna con el Señor. Nuestra alma estará colmada de vida eterna”, destacó el siervo.
Las características de las primicias
En el capítulo 14 de Apocalipsis, Juan describe las características que tienen las primicias:
-Llevan el nombre de Dios escrito en la frente, porque han recibido el don del Espíritu Santo;
-Pertenecen a Dios;
-Dios los ha escogido;
-Siguen el llamado del Padre celestial.
Por último, algo fundamental, las primicias no están contaminadas por la idolatría. Debemos siempre prestar atención a esto, ya que tal como afirmó el Apóstol durante su prédica, “los ídolos se generan en el corazón cuando ocupan un lugar más importante que el cumplimiento de la promesa divina”.
En este sentido, el Apóstol aconsejó no olvidar nunca el primer mandamiento, el Señor es nuestro Dios y no debemos tener dioses ajenos delante de Él. “Revisemos el concepto y la importancia que le damos a las cosas que nos rodean”, subrayó el siervo.
Los elegidos siguen al Cordero
“Sigamos al Cordero por donde quiera que esté”, exhortó el Apóstol con relación a este último punto del Servicio Divino.
Queremos creer incondicionalmente en el poder y el valor de la palabra. “Miremos siempre a quién pertenece mi corazón, mi alma y mi espíritu”, fue el consejo del siervo. ¡Que cada uno pueda ser un auténtico discípulo del Señor!