Lunes 04/10/2021
El Servicio Divino de palabra para el día de Agradecimiento 2021 fue presidido por el Apóstol Herman Ernst, acompañado en el servir por el Obispo Sergio Pereira.
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Servicio Divino de palabra – domingo 3 de octubre de 2021
Alabanza al Creador
Texto bíblico: Génesis 2:3: “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él
reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”
Mensaje: Expresamos nuestro agradecimiento a Dios santificando el domingo.
“Agradecer al Padre es poder reconocer todo lo que nos da”, expresaba el Apóstol al comienzo de la hora.
La palabra para el día de Agradecimiento 2021 nos habla de lo que Dios hizo cuando terminó la creación y apartó un día para contemplar su obra. En este Servicio Divino queremos mirar
especialmente hacia la santificación del domingo. Lo hacemos para recordar con veneración la obra que Dios hizo en la creación y todo el bien que ha hecho esto a la humanidad. Entonces hoy no queremos detenernos a mirar cuántas cosas nos faltan o las cosas que quisiéramos que fueran diferentes. Nos detenemos para simplemente agradecer a Dios por todo.
Alabanza al trino Dios
Queremos alabarlo con todo nuestro ser porque nos hizo a su imagen y semejanza, nada más y nada menos. Alabamos a Dios porque ha hecho la creación, porque vela por nosotros y cuida de esa creación.
Alabamos a Dios el Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que es el artífice de nuestra salvación, el que se entregó a sí mismo, venció el pecado y murió por amor a nosotros. En su amor también ha conformado su Iglesia y ha dado a los Apóstoles para que nada nos falte y para que podamos seguir sus pasos, seguir su ejemplo.
Alabamos a Dios, el Espíritu Santo, que es aquel que nos santifica, que nos habla en el Servicio Divino, que coloca luz en nuestras almas y si nos interpela lo hace con amor .
Alabamos y agradecemos a Dios
-A través de nuestras oraciones. Que nuestras oraciones sean un reconocimiento a Dios todopoderoso. Que podamos humillarnos delante de Él y estar agradecidos hasta por el aire que respiramos.
-A través del canto y con nuestras ofrendas, que son de las primicias que entregamos con agrado. Entonces al hacerlo nos tomamos un instante para decirle de corazón gracias a Dios.
-Respetando la creación de Dios y a nuestro prójimo. Dios también le dio a nuestro prójimo su soplo de vida. Dios creó cada alma y entonces también queremos cuidar de aquel que Dios ha colocado a nuestro alrededor, con esa regla de oro de hacer con el prójimo lo que quisiéramos que hagan los demás con nosotros. No buscando las diferencias que tenemos sino las cosas que nos unen, perdonar y ser perdonados.
-Trabajando: Alabamos a nuestro Padre y le agradecemos por la oportunidad que tenemos de trabajar. Muchas veces el trabajo es considerado casi como un castigo, pero no es así, porque cuando el ser humano cayó en el pecado ya antes el Señor le había confiado cuidar y velar por la tierra. El hecho de que entre las buenas simientes surjan cardos y espinos es para que veamos hasta dónde impacta el pecado y sus consecuencias. Entonces el trabajo es otra expresión del agradecimiento, nos hace bien en todos los sentidos. Pero no se trata de estar empleado o desempleado, sino de nuestro esfuerzo. Muchas veces es más fácil cambiar determinadas actitudes visibles que lo que pasa por dentro del corazón. Dios nos pide principalmente que trabajemos en nuestras almas, con alegría y con agradecimiento . No pasa por lo visible sino por la disposición en el corazón. Dios ve tu corazón. Dios ve tu predisposición y te bendice por ello.
Oremos por el prójimo y por la creación. Trabajemos en nuestra alma. Esto nos hará dichosos, felices y se llenarán nuestros días de un contenido muy especial.
Santificar el día de reposo
Y en ese agradecimiento, también santificamos el día de reposo. Dios no precisaba descansar de lo que había hecho, simplemente lo apartó a ese día porque la obra estaba hecha a la perfección, estaba lista. Para nosotros, santificar el día de reposo es en primer lugar apartarlo para poder mirar hacia Dios, para buscar la comunión que necesitamos con el Padre. En este sentido, el Servicio Divino es el punto central. Que podamos santificar el domingo. También en esto el Señor mira tu corazón.
Dios mira para que podamos llegar a esa comunión perfecta con Él, en todas estas cosas que hacen que nuestra alma se vaya preparando para cuando venga Cristo como nos ha prometido.
Alabemos a Dios en todos los aspectos de nuestra vida, adorémoslo con todo nuestro ser. Esa es la forma de agradecerle simplemente por todo.
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