Lunes 23/11/2020
Compartimos un resumen del Servicio Divino del domingo 22 de noviembre, presidido por el Apóstol Claudio González. Lo acompañó en el servir el Obispo Marcelo Boggio.
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Servicio Divino de palabra – domingo 22 de noviembre de 2020
Tema: Las últimas cosas: la nueva creación
La nueva creación
Texto bíblico: 2 Pedro 3: 13: “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”
Mensaje: Nos preparamos para la vida eterna en la nueva creación.
“Hoy nuevamente el Señor nos llama a su casa porque tiene algo que decirnos para que podamos obrar en su voluntad”. Así daba comienzo a la nueva hora el Apóstol González, para luego desarrollar el texto del día.
Esta carta es del Apóstol Pedro, un varón que experimentó a Dios, que experimentó a Jesús. Lo vio transfigurado, lo vio resucitado, lo vio ascender al cielo. Cuando uno experimenta a Dios, su fe, su confianza, su esperanza adquiere otra dimensión.
Dios no demora el retorno de Cristo
Se habían burlado de la fe de Pedro, preguntándole dónde estaba la promesa del Señor, que no se cumplía. Pero él ya había visto y experimentado a Cristo. Por eso respondió con calma, con serenidad y misericordia: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3: 9). Alguien podría también burlarse de nuestra fe; de nuestra concepción del más allá, de nuestra ofrenda, de nuestra oración, de nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia. Esto podría ofendernos. Pero una respuesta con enojo no llevaría calma ni misericordia.
Primeramente nos preguntamos: ¿Conocemos a Dios, lo experimentamos? Experimentemos a Dios y a Jesús:
-en nuestra oración, donde nos escucha y está con nosotros
-en la ofrenda, con lo que produce en nuestra vida
-en el servir a Dios, con todo nuestro amor.
Pedro ayudó a quienes se burlaban. Les habló de la paciencia de Dios y de la necesidad del arrepentimiento. Arrepentimiento es reconocer un error, es volver a Dios. Un ejemplo de esto es la parábola del hijo pródigo (que podemos leer en Lucas, capítulo 15). Ese hijo que se había ido, luego se arrepintió, volvió al padre y recibió todo de él.
Entonces, que podamos tener calma y quietud para responder y que nosotros también procedamos al arrepentimiento, para volver siempre a Dios, al orden divino.
La justicia de la nueva creación
En el reino de los cielos mora la justicia, pero no una justicia terrenal sino la justicia de Dios. En ese reino, Dios será todo en todos (comparar con 1 Corintios 15: 28), siendo todos iguales ante Dios. Allí se manifestará su justicia.
En el Sermón del Monte, Jesús hablaba de buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Cuando uno busca a Dios, encuentra todo. En la justicia divina encontramos un consuelo maravilloso. Jesús reveló a Dios como un Dios justo. Pero todos seremos salvos si Dios nos justifica en nuestra fe. En consecuencia, allí tenemos una gran tarea para hacer.
La justicia entre nosotros hoy
El Señor tiene la autoridad y los medios para cumplir su promesa. Por eso creemos en las promesas de Dios y nos preparamos. Entonces nuestro futuro en la nueva creación ya hoy debe quedar a la vista.
Jesús dio la parábola de los obreros de la viña (comparar con Mateo 20) y allí tenemos una aproximación a la justicia de Dios. Porque para servir a Dios no hay edad, no hay un momento, no hay una cantidad de tiempo. El Señor nos viene a buscar siempre y bendice a todos por igual. Dios quiere bendecir a todos. Ese es el reino de los cielos.
Hagamos nuestra parte, esforcémonos por hacer realidad la misericordia divina en todos. Dios nos bendice para eso y nos ofrece un reino celestial donde morará su justicia.
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