Grandes cosas ha hecho Dios con nosotros - Resumen del Servicio Divino

Lunes 31/08/2020

El Servicio Divino dominical del 30 de agosto fue realizado por el Apóstol Jorge Franco. Lo acompañó en el servir el Obispo Mario Morales.


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Servicio Divino de palabra – Domingo 30 de agosto de 2020

Tema: Experimentar la fe: los favores de Dios

Título: Grandes cosas ha hecho Dios con nosotros

Texto bíblico: Salmos 126: 3-4, “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev.”

Mensaje: recordemos las grandes cosas que ha hecho Dios con nosotros y hablemos sobre ellas.

“¡Hermanos míos, es una gran alegría poder vivir nuevamente juntos el Servicio Divino!”, expresó con entusiasmo el Apóstol Jorge Franco apenas iniciada la hora. “¡Cuánto extrañamos el saludo del Diácono en la puerta de la comunidad! De todas formas, hoy recibimos la bienvenida al altar de Dios en el lugar donde nos encontremos”, agregó de inmediato.
Este domingo comenzaba una nueva temática para los Servicios Divinos: “Experimentar la fe”. Nuestra fe se puede experimentar de distintas maneras. En esta oportunidad lo vamos a hacer recordando todos los favores que el amado Dios nos ha brindado durante nuestra vida.
“Miramos un poco hacia atrás para recordar, en cada paso como hijos de Dios, cuánto y cómo nuestro Padre se mostró y ayudó”, reflexionó el Apóstol. Cada vez que comprobamos su compañía, es algo imposible de olvidar. Podrán venir situaciones que intenten demostrar lo contrario, “pero si fuimos testigos de que Dios intervino, nada podrá modificar nuestra convicción y siempre recordaremos lo que hizo por nosotros”, destacó el siervo.

Hablar de Dios
“Recordemos las grandes cosas que ha hecho Dios con nosotros y hablemos sobre ellas”, fue el mensaje del día. El Apóstol se detuvo especialmente en estas últimas palabras “¡Cuántas cosas podemos hablar de Dios!”, destacó. En la memoria puede haber hechos concretos: ayuda en el trabajo, la salud, la familia, experiencias de fe particulares, situaciones cotidianas. Tal vez no siempre las cosas resultaron como las esperamos, sin embargo “aun allí verificamos que Dios siguió asistiéndonos”, afirmó el Apóstol.
Todos estos hechos conforman nuestra vida de fe y nos ayudan con la maravillosa preparación como hijos de Dios para alcanzar el día del retorno de Cristo. Cuando experimentamos al Padre, sin lugar a dudas podemos aprender.

Los favores de Dios
El salmo del cual es tomado el texto del día refiere a aquel pueblo que había sido desterrado de Babilonia y regresaba a Jerusalén, tras ser liberado del cautiverio.
Estas personas estaban viviendo un momento pleno de felicidad. Los primeros versículos así lo expresan: “cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: grandes cosas ha hecho Jehová con éstos”. Este pueblo realmente había experimentado la asistencia de Jehová.
“¿Cuántas cosas ha hecho el Padre celestial por nosotros?”, se preguntó el Apóstol e invitó a la reflexión. Envió a su Hijo, como la representación perfecta de Dios sobre la tierra. En su amor, entregó su vida y venció a la muerte y el pecado. Nos envió el Espíritu Santo. Fundó su Iglesia y colocó el ministerio de Apóstol. Nuestro Padre, además, posibilita que el Evangelio sea difundido en la actualidad.
“El amado Dios está con nosotros, todos los días. Nos ayuda, escucha y nos habla. Todos estos son ejes centrales en nuestra vida de fe, lo importante es que podamos experimentarlos cada día”, agregó el Apóstol.

Dios hará grandes cosas con nosotros
Hay algunos sitios de clima cálido donde se producen lluvias torrenciales que posibilitan la rápida y sorpresiva formación de arroyos, que luego riegan el suelo que antes estaba seco. Esto sucedía en el Neguev, lugar que se menciona en el texto bíblico del día.
"Así como un desierto puede florecer de un día para el otro, de la misma manera será el retorno del Señor”, expresó el Apóstol. Esta firme esperanza debe permanecer en plenitud en nuestro corazón.

No olvidemos los favores de Dios
Nuestro Padre permite que vivamos profundas experiencias de fe. Ellas son necesarias para nuestro desarrollo espiritual. Estos hechos debemos conservarlos, para que en los momentos de pruebas no dudemos.
“Sigamos siempre a Cristo porque tenemos certeza de su compañía en todo momento. No creo que a ninguno de nosotros nos faltan experiencias de fe. Pueden ser pequeñas o grandes, pero seguro son contundentes y nos ayudan a seguir avanzando en el camino, hacia el día del retorno de Cristo”, manifestó el Apóstol.

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