Resumen: Servicio Divino de palabra

Lunes 20/04/2020

Queremos compartir aquí un extracto del Servicio Divino presidido por el Apóstol Claudio González el domingo 19 de abril de 2020.


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Servicio Divino de palabra – domingo 19 de abril de 2020

Tema: La época posterior a la Pascua: la veracidad de la resurrección

Título: Fe en la resurrección

Texto: Juan 11: 25-26: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

Mensaje: La resurrección del Señor y nuestra propia resurrección son para nosotros una certeza en la fe.

En esta oportunidad, presidió la hora el Apóstol Claudio González (Argentina), acompañado en el servir por el Anciano de Distrito Gustavo Platero. A continuación, un extracto de la prédica.

El texto que hemos leímos es parte de una conversación del Señor con Marta, antes de que su hermano Lázaro fuera resucitado. El Señor le explica a Marta que la resurrección a la vida eterna depende de la fe en Él.
Jesús antes les había anunciado a los discípulos que esto sería para gloria de Dios.
La resurrección es un hecho consumado en Cristo y tiene consecuencias para los que creen en Él. Sin resurrección, no habría salvación.
Para comprenderlo mejor, es necesario que observemos cuáles son las bases de nuestra fe.

-Como Marta, salimos al encuentro del Señor. Vamos al altar a recibir la palabra de Dios. El Señor viene a nosotros, a hablarnos, a hacernos conocer su voluntad. Y nosotros salimos a recibirle, a recibir su gracia y bendición. Esto nos sostiene y a partir de allí hacemos experiencias de fe.
-Buscamos la cercanía de Cristo. Cuando Cristo está presente, las cosas no quedan como estaban. En ese reconocimiento, entonces, tenemos la seguridad y la confianza de que con Él, las cosas pueden cambiar. Su cercanía nos hace bien.
-Confiamos en Cristo como nuestro intercesor ante el Padre. Nuestra fe se basa también en esta seguridad.
Así como sucedió con Marta, el Señor nos escucha en nuestro dolor, cuando tenemos tristeza y necesitamos consuelo.
Nuestra fe es una fe viva, creemos en su vida, en su sacrificio, en su resurrección, en su ascensión y en su retorno. Y hoy Dios nos vuelve a hacer esta pregunta: ¿Crees esto?

Ahora bien, ¿qué efectos produjo en el ser humano su resurrección?
El Apóstol Pablo destacaba la importancia de creer en la resurrección. Si no, “vana sería nuestra fe” (…) Esto lo expresaba porque quienes habían sido testigos directos de la resurrección de Jesús ya no vivían. Entonces algunos dudaban.
Si negamos la resurrección, la fe cristiana no tendría una esperanza futura de redención. Sería una fe vacía, hueca.
Al creer en su resurrección, tenemos también fe en su retorno y en nuestra propia resurrección.
Cuando Jesús apareció a sus discípulos, estaban fortalecidos. Ahora con el pleno convencimiento de haberlo visto, lo adoraban y celebraban la comunión con el Cristo vivo, triunfante.
Para quien vive la resurrección de Cristo, la vida terrenal no es todo. Que nuestra fe pueda ser viva y guiar nuestro obrar. Que también podamos compartirla y colocar la esperanza en ese futuro maravilloso. Porque la resurrección trae salvación.
Entonces, cuando vayamos al encuentro del Señor confiemos plenamente en Él y busquemos su cercanía, que nos hace tanto bien.

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