Viviendo la ley de Cristo

Domingo 02/02/2020

115 fieles se congregaron para el Servicio Divino junto al Apóstol de Distrito Minio, el pasado domingo 2 de febrero en nuestra iglesia en “Ituzaingó”, ubicada a unos 34 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina).


Ituzaingó es cabecera del partido homónimo, en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Su amplitud en espacios verdes hace que se denomine comúnmente como el “jardín del oeste”.
En esta oportunidad acompañó al Apóstol de Distrito el Dirigente de Distrito, Gustavo Santoro, y portadores de ministerio del lugar. La palabra se basó en el texto de Timoteo 4:18: “El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial”.
En el desarrollo del servir fue expresado que, en su carta a Timoteo, Pablo asevera que Dios nos librará de toda “obra mala”, pero para ello es necesario confiar en Él. El hombre vivía en comunión con Dios y el diablo destruyó la armonía existente colocando la duda en los primeros hombres. Ese mal provocó ruptura de la relación del hombre no solo con Dios, sino entre los hombres y con la creación.
Dios nos libra de toda mala obra anunciando la verdad, destruyendo la mentira, aunque a veces, quizás la verdad no nos agrade… A través de su sacrificio Cristo nos da la posibilidad de volver a tener comunión con Dios, nos ofrece su amoroso perdón y para ello es necesario el arrepentimiento. Dios nos consuela y fortifica. Cristo es nuestro modelo.
¿De dónde viene la verdad? Del altar. Si el diablo tentó a Cristo, ¿no intentará hacerlo con nosotros? De esto nos quiere librar Dios. Y también de la duda, de la incredulidad que siempre comienza siendo muy pequeña.
¡Si hasta aquí Dios me acompañó, mañana también lo seguirá haciendo! Dios nos ama, esta debe ser nuestra seguridad. Seamos transparentes hacia Él, pues nos quiere librar de la hipocresía. No importa lo que dice el otro de mí, mejor reflexiona: “¿Qué piensa Dios de mí?” Intento hacer la voluntad de Dios. Si me equivoco y reconozco mi error, Él me va a ayudar.
Ama a tu prójimo como a ti mismo. Si recibimos mal de quienes nos rodean, siempre lo debemos vencer con bien.
Todos estos pensamientos nos llevan a profundizar sobre el tema de este mes: vivir la ley de Cristo.
Finalizado el encuentro, el Apóstol de Distrito y los portadores de ministerio acompañantes estrecharon la mano de los presentes, en un cálido saludo de despedida.

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