Cristo nos hace libres

Jueves 02/01/2020

El miércoles 1° de enero de 2020, el Apóstol de Distrito Enrique Minio, acompañado por los Apóstoles de Argentina, realizó el primer Servicio Divino del año en la iglesia Villa Montero, en Buenos Aires (Argentina).


El texto bíblico utilizado había sido dado por el Apóstol Mayor para este día: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud” (Gálatas 5:1). Acompañaron en esta oportunidad, los Apóstoles Guillermo Canessa, Jorge Franco, Claudio González y Gerardo Zanotti, así como el Obispo Claudio Videla y portadores de ministerio del área (todos de Argentina).
En sus primeras palabras, el Apóstol de Distrito expresó a los 215 presentes el deseo de que pudieran tener “un año muy bendecido” y transmitió también los cariñosos saludos del Apóstol Mayor.
Refiriéndose a la palabra leída, manifestó que estar en la casa de Dios, es una posibilidad para desarrollar y para madurar. Es libre quien puede decidir, pero esto aquí no queda. Porque libertad implica responsabilidad, dar respuestas por la decisión tomada. ¿Y quiénes pueden ser nuestros modelos? Dios no condiciona, es en esa libertad, llena de amor incondicional, que nos invita a seguirle. Por ese amor envió a su Hijo, para liberar al hombre; Él vivió igual que nosotros. Su libertad era porque tenía autoridad. Tenía la libertad de dirigirse a todos, sin importar si era rico o pobre, pecador o no.
Nosotros, ¿queremos ser libres? “Cristo nos hace libres” es el lema que el Apóstol Mayor nos regala para este año 2020. Cristo nos libera de la esclavitud del pecado original, nos invita a renacer no solo de agua sino también de espíritu. Nos abrió el camino a hacia la palabra y los sacramentos, a través de la gracia. Y aquí la pregunta: ¿somos tal vez nuevoapostólicos como dice el “protocolo”? Podemos realizar distintas tareas en su casa, pero ¿cómo está mi corazón? Cuando tomo decisiones ¿soy realmente libre o estoy condicionado? Por ejemplo, la mentira nos deja “atrapados”; lo opuesto nos hace transparentes y permite quedar libres.

En el camino de la libertad, Dios nos invita entonces a:
- Arrepentirnos. Esto implica un proceso de “tres R”: Reconocer lo que no hice bien, Responsabilizarme por ello y Restaurar lo que no he hecho bien.
- Perdonar. ¿Qué sentimos cuando no podemos hacerlo? Dios nos dice: si quieres ser libre, eso tienes que dejarlo...
- Tener “dominio propio”, como cita el pasaje de 2 Timoteo 1:7. ¿Cuándo decide otro por mí? Por ejemplo, cuando estoy enojado o siento envidia.
Siendo libres en Cristo podremos ser como Él, acercándonos a su altar para aprender de su palabra. Cuando tenemos temores o discriminamos, allí hay algo que nos ata. Seamos libres para servir a Dios y al prójimo con alegría, sin juzgar sino intercediendo incluso por quien no nos hizo bien.
Colaboraron en el servir los Apóstoles Franco, Canessa y Zanotti. En tanto el Apóstol González colaboró en la alocución previa a la Santa Cena para los amados difuntos. El Apóstol de Distrito cerró luego expresando: “Ser libres es una decisión, pero implica un desafío”. La ganancia es la paz y el gozo en el Señor.
Luego de la celebración de la Santa Cena, también para los amados en el más allá, el coro dio un bello cierre interpretando el himno “Consuelo divino”, de nuestro repertorio. A continuación, los Apóstoles y el Obispo se despidieron personalmente de cada uno de los presentes.

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