"Volver a casa también es bueno"

Domingo 28/07/2019

El pasado domingo 27 de julio, el Apóstol de Distrito Raúl Montes de Oca (de la Iglesia Regional Brasil y Bolivia), realizaba su último Servicio Divino en la comunidad de Colonia Suiza, Uruguay. Para el primer fin de semana de agosto, está previsto su colocación en descanso después más de 47 años como portador de ministerio.


Para esa mañana, el Servicio Divino se basó en el texto de Apocalipsis 3:8: “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”.
El Apóstol de Distrito comenzó citando el ejemplo de cuando se toman vacaciones: se planifica estar en ese lugar, se disfruta poder hacerlo, pero llega un momento en que se desea volver a casa y esto también es lindo. “Ese ejemplo define lo que yo siento”, mencionó, “si bien uno se emociona, es un momento de alegría, volver a casa también es bueno”.

“¡Dios nos conoce, Dios te conoce!”
Ya en el Antiguo testamento, cuando se decía que alguien era “conocido por Dios”, era sinónimo de ser elegido, o que Dios lo había llamado. Cuando Dios llamó a Moisés le dijo “yo te conozco”. También Jesús dijo que conocía a sus ovejas. Y Él nos eligió para servir.
Alguno podría decir “pero yo no tengo condiciones de servir Dios”. Pero si nos eligió, es porque podemos.
Él no nos dice “yo conozco tus éxitos”, sino “conozco tus obras”; todas, lo que nos sale bien y lo que nos sale mal, mencionó. Y la “puerta abierta” es Jesucristo. Para pasar por esa puerta, que nadie puede cerrar, es necesario tener fe en Él. Pero la fe en Jesucristo tiene que tener obras. Una fe sin obras no es genuina. Cuando nuestra fe en el Señor, en su sacrificio, en sus promesas es genuina, eso va a tener repercusiones concretas en nuestra vida y determinará nuestra manera de hablar, de obrar. Ahora, si mi vida es una “doble fachada”, si solo soy un cristiano dentro de la Iglesia, esa fe no es genuina…

¿Qué obra conoce Dios de nosotros?
- Nuestras oraciones. No rogamos como última alternativa. Cuando nuestra oración tiene la marca de la fe y de la confianza, sé que Dios va a escucharme.
-Nuestra ofrenda. Y no solo la ofrenda de dinero, sino también cuando nos privamos de cosas que llevamos en el corazón, que son más dolorosas.
- Nuestra lucha. Luchamos contra el mal, y luchamos para perdonar. ¿Quieres perdonar? ¿O no puedes perdonar? Son cosas diferentes, pero Él conoce nuestra lucha.
- Nuestras debilidades. Pero nos consuela con las palabras: “has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”, Él mirará por nosotros.
Quizás cuando venga el Señor no hayamos logrado todos esos objetivos, pero allí ha de manifestarse nuevamente su gracia.
Colaboraron en el servir los Ancianos de Distrito Sergio Pereira, Enrique Rizzardini, Mario Falero y Ariel Varela.
Participaron del Servicio Divino 205 fieles, a quienes pudo saludar el Apóstol de Distrito una vez finalizado el Servicio Divino.

El miércoles anterior había oficiado en la iglesia Rosario (Colonia), en este caso acompañado por el Apóstol Herman Ernst y el Obispo Edgardo Méndez. Compartimos aquí también algunas imágenes.

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