Guiados por la luz de la palabra

A 24 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires la comunidad de Florencio Varela Nº1 se preparaba para vivir un día de fiesta.

La melodía de un himno sonaba en el armonio, interpretada por el Primer Pastor en descanso Alberto Branco. El altar brillaba en un tono amarillo suave y el coro también se prepara para celebrar. Algunos de sus integrantes incluso habían participado de la consagración.
A la vuelta de la actual iglesia había dado sus primeros pasos la comunidad. En ese entonces el Anciano de Distrito Carlos Gil, hoy en descanso, colaboró como Pastor dirigente en la comuna. Ahora se lo podía ver en el tercer banco, esperando junto a los hermanos y hermanas a que se encendieran las luces del altar. Otros siervos en descanso también se hicieron presentes, entre ellos el Apóstol Norberto Picchi.
La inauguración se realizó el 1 de diciembre de 1968, oficiando el entonces Apóstol Distrito Martón, acompañado por el Apóstol Bianchi y los Obispos Molfino y Salvatorelli. A lo largo de los años, Florencio Varela 1 daría lugar al nacimiento de otras comunidades, como 12 de Octubre, Bosques, Sourigues, Estanislao Zeballos e Ingeniero Allan.
Para este Servicio Divino de 50 aniversario se contó con la visita del Apóstol Gerardo Zanotti y del Obispo Rubén Ramos. El texto bíblico para este día fue Isaías 9: 2: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”.
La luz es la palabra, que muestra la presencia del Señor Jesús en nuestra vida. Y nuestra vida es una vida de luz si es guiada por Él. “Cuando podemos entender el plan que tiene Dios para con la humanidad, porque Dios quiere salvar a todos, pues entonces uno puede adecuar los comportamientos al cumplimiento de ese objetivo”, expresaba el Apóstol. “Somos guiados a una nueva comprensión de uno mismo y del prójimo. Con la luz de Cristo nos podemos comprender de otra forma”, explicaba luego: “Es el efecto que produce la palabra en los hijos de Dios”.
Colaboró en el servir también el Obispo Ramos, quien entre otras cosas se refirió al aniversario diciendo: “Como hace 50 años, nuevamente la iglesia se volvió a llenar de luz. Cuando un edificio comienza a funcionar como una iglesia, es consagrado y allí comienza a obrar el Espíritu Santo, el espíritu de luz, que hoy nuevamente vuelve a inundar nuestros corazones”.
También fue llamado al altar el Pastor Sotelo. Luego el Apóstol procedió a realizar un acto de Santo Sellamiento. Finalizando esta hora especial, entre reencuentros y abrazos se compartió un refrigerio. De repente se escuchó nuevamente el armonio; el coro se puso de pie. Una abuela acomoda el atril y comienza a dirigir un canto, como si fuera la primera vez, como si no hubieran pasado 50 años: se trataba de Ana María, la primera dirigente del coro de comunidad. Termina así la jornada con un video que transportaba en el tiempo a lo largo de los 50 años de alegría y bendición.